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Columna
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Protección

El subsidio agrario está esperando hacer un viaje de vuelta después del billete de ida que le ha dado el Gobierno. Cuestión de justicia. Zaplana se ha vuelto a dar un nuevo plazo, lo que podía ser antes del 31 de diciembre acaso sea en enero. La cosa se retrasa porque el ministro de Trabajo parece que todavía tiene que convencer a algunos dentro del Gobierno y de la dirección nacional del PP, donde se dice que hay "resistentes" a acceder a la restitución de la protección social de los jornaleros, aunque parece que de esos hay menos que de los convencidos de que el Gobierno no tiene más remedio que encontrar la manera de rectificar, aunque solo fuera porque, de lo contrario, el PP andaluz iba a tener extremadamente difícil hacer campaña para las municipales en los pueblos. El Gobierno, que tan poco ayuda al PP andaluz, tiene que echarle un cable porque lo que se juega ya es serio, son votos y nada hay más necesario para un partido. El subsidio agrario, sin duda, debe ser una ayuda en vías de extinción, aunque no a la manera en que ha intentado hacerla desparecer el Gobierno, sino como consecuencia de un gran acuerdo sobre la forma en que se deben trasformar las ayudas en soluciones de futuro. El ministro Zaplana asegura que "todas las partes están desarrollando la imaginación para buscar fórmulas novedosas en este tema", pero los sindicatos que no se fían de que puede querer decir eso de "formulas novedosas" , dicen que el Gobierno debe tener claro "que no hay ninguna alternativa que no sea la de restituir el derecho al subsidio agrario". En realidad las palabras de Zaplana hacen pensar en caminos intermedios entre lo que ha quitado el gobierno y lo que pueda conseguir ahora él en sus negociaciones con los "resistentes". Sería malo que no se volviera al punto en el que estaban las cosas antes del decretazo, porque sólo volviendo ahí, se estará en condiciones de empezar a hablar de lo que en el futuro tiene que ser la protección social de los jornaleros, que ese es el asunto central, el futuro de la protección, la transformación, que no la desaparición del PER y del subsidio. Para hablar de eso el presidente Chaves se ha ofrecido al Gobierno y el ministro Zaplana en sus conversaciones con los resistentes, tendría que incluir una con Aznar para convencerlo de que la propuesta de diálogo de Chaves debe ser atendida.

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