Bush devuelve el barco y los misiles a Yemen
Estados Unidos reconoce que no había nada ilegal en el transporte de armas
El buque So-San, su tripulación y su carga de 15 misiles norcoreanos Scud reemprendieron ayer viaje hacia Yemen, después de que el Gobierno de Estados Unidos se viera obligado a reconocer que no había nada ilegal ni en el barco ni en el transporte de armas al Gobierno de Saná. El incidente, en el que la Armada española desempeñó un papel protagonista, dejó a la Casa Blanca en una situación embarazosa. Ari Fleischer, portavoz del presidente George W. Bush, explicó que la intercepción del So-San estaba "totalmente justificada" porque en el momento en que se produjo, el lunes por la mañana, el Gobierno yemení no había admitido aún que los misiles eran para su Ejército. "Teníamos derecho a inspeccionar la carga, pero no a decomisarla", dijo.
En agosto, George W. Bush ordenó que se impusieran sanciones a la empresa norcoreana Changgwang Sinyong por vender misiles a Yemen. Las sanciones, consistentes en la prohibición de vender a EE UU durante dos años, fueron simbólicas, porque ambos países apenas mantienen relaciones comerciales. "Misiles como los Scud pueden ser cargados con material nuclear, químico o bacteriológico y, por tanto, forman parte de las armas que no queremos ver circular, pero, desgraciadamente, el derecho internacional ampara por el momento las exportaciones norcoreanas", afirmó Fleischer.
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