El Reino Unido facilitará heroína a los toxicómanos bajo prescripción médica

La sanidad pública británica facilitará a los drogadictos heroína gratuitamente y bajo prescripción médica. Los heroinómanos, que también recibirán jeringuillas, deberán inyectarse la droga en instalaciones supervisadas por personal médico. La medida, anunciada ayer por el ministro del Interior, David Blunkett, se enmarca en una nueva estrategia para reducir el consumo de drogas duras y, con ello, los delitos asociados. "Las 200.000 personas a las que va dirigida la medida son los usuarios problemáticos, cuyas vidas, familias y comunidades están destrozadas", dijo Blunkett.

El plan gubernamental supone un cambio radical con la política vigente, que se concentra exclusivamente en reducir el número de drogodependientes. Los objetivos, anunciados hace menos de dos años, pronosticaban para 2005 un descenso del 25% en la cifra de menores de 25 años enganchados a la heroína y cocaína. Para 2008, el Ejecutivo de Tony Blair había prometido reducir en un 50% los drogodependientes. "No creo que estos objetivos sean creíbles. Nadie lo piensa", admitió el ministro en una entrevista con la BBC.

A partir de ahora, el énfasis se sitúa en el tratamiento de los adictos a las drogas duras que financian su hábito con robos y otras delitos por un valor anual de 13.000 libras (unos 20.000 euros), según los cálculos de un informe parlamentario.

La heroína se facilitará siempre que un médico verifique que el tratamiento con metadona no está funcionando o tiene nulas perspectivas de dar resultados positivos. Esta fórmula ya se ha experimentado en los últimos años entre unos 400 drogodependientes. A partir de ahora se distribuirá en centros sanitarios de Inglaterra y Gales. Escocia, donde el problema del abuso de drogas duras es muy agudo, queda de momento al margen de la estrategia.

El plan implica un incremento del 44% de los fondos públicos destinados a combatir el abuso de drogas, que alcanzarán 1.500 millones de libras (unos 2.400 millones de euros) para 2005. Junto a la distribución de heroína, se ampliarán los programas de tratamientos residenciales y se difundirá una campaña educativa enfocada a los jóvenes.

Esta nueva estrategia coincide con la reclasificación del cannabis. Aunque este cambio de categoría, que entrará en vigor en verano, no implica su descriminalización total, sí que despenaliza la posesión de pequeñas cantidades de hachís o su consumo en recintos privados. "Sabemos que el cannabis es peligroso, pero no conduce a la desintegración total de las vidas de las personas como sucede con la heroína, el crack y el éxtasis. Sabemos que éstas matan", defendió ayer Blunkett.

Las voces de alarma no se hicieron esperar. Keith Hellawell, anterior coordinador del plan antidrogas gubernamental, dijo que el consumo crece excesivamente entre los jóvenes. "El ministro ha lanzado una señal a los jóvenes de que consumir o probar drogas está bien", dijo. En el Reino Unido hay cinco millones de consumidores de hachís.