_
_
_
_
_

"No sé cómo venden coches que van a 250 por hora"

Bernard Kouchner (Aviñón, 1939), médico experto en endoscopia digestiva, fundador de Médicos Sin Fronteras y ministro de Sanidad de Francia del último Gobierno socialista, clausuró ayer la II Conferencia sobre Medicina y Automoción. Habla español, aunque la conferencia la dio en francés. "Un ministro francés tiene que hablar en francés", dice.

Kouchner planteó que no se vendan coches que alcancen más velocidad de la permitida. "No puede ser que haya coches que alcanzan los 250 kilómetros por hora y luego lamentemos las muertes. He hablado con los fabricantes y están de acuerdo, pero sólo si se hace en toda la UE", afirmó con vehemencia.

Apeló al sentido común para gastar más en prevención, y que esta cuestión deje de ser considerada como secundaria: "Tenemos unos sistemas maravillosos de hospitales móviles, médicos especialistas, bomberos y helicópteros que llegan al lugar del accidente en una hora. Eso está bien, aunque es muy caro. Lo malo es que no hacemos todo lo posible por prevenir los accidentes".

Y como estaba en una mesa con médicos, lanzó un mensaje: "No puede ser que la salud pública sea la rama secundaria de la medicina. Los médicos piensan que para ser un gran médico uno tiene que curar a un gran paciente, es lo que le pasa a muchos diplomáticos, que creen que para ser grandes tienen que parar una guerra. Pocos médicos se acercan a la prevención, al trabajo en grupo".

Kouchner lamentó que el principio de precaución "sólo valga para las vacas locas y no para el tabaco, el alcohol y los accidentes". "En Francia gastamos miles de millones en las vacas locas y sólo ha habido tres casos humanos. Me parece bien, yo era el ministro que decidió gastarlo, pero ¿por qué no gastar el mismo dinero para prevenir el tabaquismo, el alcohol y los accidentes? El Estado no los puede considerar riesgos aceptables. En Francia mueren 8.000 personas al año en accidentes de tráfico y hay entre 100.000 y 150.000 heridos", afirmó. "Tras años luchando, porque me decían que era un problema del Ministerio de Transportes, me dejaron ir a las reuniones, aunque no sirvió de mucho", afirmó.

Aseguró que Alemania, donde no existe limitación de velocidad en la mayoría de las autopistas, no es una referencia válida: "Alemania no dice la relación que hay entre la velocidad y las muertes, y tiene más accidentes que su entorno. Si no se dice, se miente por omisión. En EE UU hay una limitación menor que en España, pero se respeta porque ponen grandes multas".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_