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Reportaje:

Un apartado de correos contra criminales de guerra

Ocho expertos, avanzadilla en La Haya de la Corte Penal Internacional, pueden recibir ya denuncias en una dirección postal

Isabel Ferrer

Tan sólo ocho expertos en leyes, finanzas, recursos humanos, información y tecnología, gerencia y seguridad componen la avanzadilla de la Corte Penal Internacional (CPI), primera con poderes para juzgar las atrocidades cometidas por los dictadores, sus ejércitos y funcionarios. Recién llegados a La Haya, sede oficial del tribunal, comparten unas pocas oficinas de un edificio utilizado antes por la telefónica holandesa en una zona industrial.

Allanan el camino y son muy amables, pero algo distantes. Tal vez sea una forma de soportar la presión de trabajar en una instancia legal permanente y con jurisdicción inédita en la historia de la Justicia y el Derecho. Un foro que ha creado grandes expectativas, pero no estará en marcha dentro de un año, cuando hayan sido elegidos su fiscal y sus 18 jueces.

Mientras llegan los juristas, los ocho de La Haya han abierto un apartado postal para recibir denuncias por genocidio y crímenes de guerra y contra la humanidad que competen a la Corte. Es el 19519, 2500 CM, La Haya, y está a disposición de los Estados que hayan ratificado el Estatuto de la CPI -aprobado en Roma en 1998-, así como del Consejo de Seguridad de la ONU y del fiscal del tribunal, facultados para presentar casos. La Fiscalía necesitará, eso sí, la aprobación de tres jueces para incoar un proceso.

Unos trámites que en nada arredraron el pasado lunes a Kenneth Nichols, un ex marine norteamericano que denunció las violaciones de los derechos humanos cometidas, según él, por EE UU, con un encendido gesto: quemó su pasaporte frente al consulado de su país en Amsterdam.

Sam Muller, jefe del grupo de expertos, recuerda que la Corte sólo tiene jurisdicción a partir del 1 de julio y ha sido fundada para juzgar a individuos, no a Estados. Las disputas entre éstos son competencia de la Corte Internacional de Justicia, también asentada en La Haya. Como Nichols se refería a supuestos delitos perpetrados por EE UU durante las campañas contra Irak, cuando las 30 páginas de su queja llegaron a manos de Muller, éste dijo: 'Nos gustaría ayudarle, pero cae fuera de nuestra competencia'.

Teniendo en cuenta que la Corte no es un órgano de la ONU, sino una organización independiente, Mathteld Boot, experta holandesa en Derecho Penal Internacional, sostiene que el grado de éxito de la CPI derivará de la forma en que aborde las futuras denuncias. 'La imparcialidad de sus jueces y del fiscal se da por hecha. Resulta entonces lógico pensar que se aplicará sin excesos la definición de los crímenes, incluida en un documento separado del estatuto. Así podrán castigar a los culpables sin romper lazos con los Estados que han creado el Tribunal', añade.

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Mientras, se dan los últimos toques a su página de Internet y está a punto de inaugurarse un departamento de prensa. Custodios de la información y las pruebas sobre los casos que vayan a ser presentados, los ocho pueden guardarlos 'en un lugar seguro' sin especificar. Allí estarán hasta su envío al fiscal, cuando lo haya.

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