Prodi propone crear dos niveles de poder en el Ejecutivo de la UE
La reforma de la Comisión deberá aplicarse después de la ampliación
Crear dos categorías de comisarios con el riesgo que eso comporta, pero sin caer en la tentación de crear un directorio de países grandes en detrimento de los pequeños. Ésa es una de las recetas que Romano Prodi propone para el funcionamiento de la futura Comisión Europea una vez que la UE esté integrada por al menos 25 países. El presidente del Ejecutivo comunitario quiere aplicar esas ideas él mismo, desde el 1 de enero de 2004, siempre que se hayan producido las primeras incorporaciones, algo improbable. Prodi esbozará esta semana tales reflexiones a los líderes europeos en Sevilla.
El presidente convocó ayer al Colegio de Comisarios para desarrollar con mayor detalle sus tesis, avanzadas por carta a sus 19 miembros y, según explicó en conferencia de prensa, no encontró problemas. 'Mis ideas fueron comprendidas y apoyadas unánimemente'. En las últimas semanas se ha empezado hablar de importantes fisuras entre diversos comisarios, algo que él niega.
La Comisión puede estar empezando a dar señales de fatiga, aunque su mandato no concluirá hasta el 31 de diciembre de 2004. Prodi quiere intervenir también en el debate sobre la reforma institucional y preparar el camino que se abrirá una vez que, sobre el papel meses antes de esa fecha, se produzca la incorporación de los nuevos miembros. Pero parece poco factible que la reforma pueda implementarse con la Comisión de Prodi. Entre la firma de los tratados de adhesión, que puede tener lugar en marzo próximo, y la ratificación por los Parlamentos nacionales pasará al menos un año.
Vicepresidentes por áreas
El ex primer ministro italiano apuesta por dotar al Ejecutivo comunitario de una serie de vicepresidentes, responsables de áreas, con mayor poder sobre el resto de los demás comisarios y con acceso directo al presidente. 'Serán escogidos en función de su calidad personal y no de su pasaporte', subrayó ayer Prodi, para remachar más tarde que 'no habrá ningún directorio formado por países grandes'. 'No será fácil y no están excluidas las tensiones', admite un portavoz comunitario.
Prodi comparte la idea, una vez se produzca la ampliación, de que cada nación tenga un comisario, como es deseo de los pequeños y de los aspirantes, pero sostiene que mantener la actual estructura en una UE con 25, 27 o 30 países es imposible, 'porque estaríamos condenados a una parálisis'.
En una Comisión ampliada, la reforma de Prodi propone reagrupar competencias en torno a un número limitado de funciones esenciales, Así, por ejemplo, un vicepresidente sería responsable de relaciones exteriores, comercio exterior, ayuda al desarrollo y asistencia humanitaria. Otro se ocuparía de empleo y asuntos sociales, investigación o incluso políticas económicas, fiscales y aduaneras. Y otro, de la industria, transporte y energía. Prodi no concretó el número exacto de vicepresidentes responsables, pero sugirió la posibilidad de establecer algún tipo de rotación para evitar que esas carteras caigan entre los Estados más grandes. El Ejecutivo, sin embargo, continuaría actuando de forma colegiada.
'Prodi deseaba intervenir directamente en el debate sobre la reforma de la UE en vísperas de Sevilla para mostrar su empeño de tener un rol más importante en la discusión del que se le quiere dar y exhibir un tono de 'aquí mando yo' dentro de la Comisión', comentaba anoche una fuente comunitaria. Prodi no ha ocultado su insatisfacción por las ideas avanzadas por Francia y el Reino Unido de constituir un Consejo de Ministros más fuerte, dirigido por un ex jefe de Gobierno europeo, al estimar que todo ello debilitará la función del Colegio de Comisarios.
