Supervisión nacional

Los ministros de Finanzas de la UE no quieren que en Europa pueda repetirse un caso como el de Enron. La reunión informal del Ecofin en Oviedo ha pedido reforzar la transparencia de las grandes empresas e instituciones financieras, para lo que se proponen avanzar en la convergencia de prácticas reguladoras de estas instituciones y diseñar normas estrictas para los auditores.

Enron es un caso claro de enredo de intereses privados y políticos en EE UU. En Oviedo, sin duda con el caso BBVA rondándole en la cabeza, Rodrigo Rato defendió la necesidad de reforzar los mecanismos de control públicos y privados de la vida empresarial. En Londres lleva ya cinco años funcionando la Autoridad de Servicios Financieros, y el mes que viene arrancará un organismo similar independiente en Alemania. En España, este tipo de supervisión deja mucho que desear. Es de esperar que las propuestas que ha de presentar en junio el grupo de expertos europeos que trabaja sobre esta materia sean eficaces. Ahora bien, el método de coordinación -que no integración- que se va a seguir puede resultar totalmente insuficiente.

Si hay un acuerdo político sobre la convergencia en este terreno, de Oviedo salió un claro rechazo, especialmente marcado en el caso de alemanes y británicos, a darle al Banco Central Europeo (BCE) atribución alguna en materia de supervisión de los bancos privados. Pese al contraejemplo de la Reserva Federal en EE UU, que sí tiene una parte de supervisión, ésta es una función que los Gobiernos desean que quede en manos nacionales, dejándole al BCE únicamente la competencia en materia de política monetaria y tipos de interés. Aunque tengan parte de razón los que consideran que cuanto más pegada esté al terreno más eficaz será la supervisión, lo que conduce necesariamente a que se mantenga en el ámbito nacional, tras estos recelos parece esconderse también la resistencia a ceder a instituciones europeas autónomas más cuotas de soberanía. La dinámica que crean las fusiones transnacionales de entidades financieras en Europa puede llevar a cambiar esta resistencia.