El Parlamento Europeo desoye al Vaticano y aprueba el informe sobre fundamentalismo

El pleno del Parlamento Europeo aprobó ayer un informe sobre fundamentalismo y mujeres que había generado la protesta del Vaticano y la Conferencia Episcopal Europea y que contaba la opinión desfavorable del PP, principal partido de la Eurocámara. Dicho informe condena las consecuencias que tienen para las mujeres los diversos fundamentalismos, pide que prevalezca el derecho de la UE frente al derecho familiar de algunos países de donde proceden los inmigrantes, y condena explícitamente a Arabia Saudí por discriminar a la población femenina.

Para las autoridades eclesiásticas, el informe -cuya ponente es la socialista española María Izquierdo- debía rechazarse por abordar el aborto, defender la homosexualidad y no hacer una distinción clara entre el fundamentalismo y la normal práctica religiosa. Este último argumento fue el más esgrimido por los eurodiputados contrarios a la adopción del texto. 'A pesar de que estamos de acuerdo en la condena general al fundamentalismo', explicó la popular belga Miet Smet, 'no podemos aceptar el informe porque no deja clara esta distinción'.

Religión y crímenes

En este sentido, la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, la socialista griega Anna Diamandópulu, recordó que muchos crímenes son justificados en ocasiones por creencias religiosas y no sólo por los fundamentalismos. Diamandópulu recordó que las reglas de la UE deben ser respetadas en el territorio de los Quince, y aplaudió la propuesta contenida en el informe de impregnar de estos principios toda la política exterior europea a la hora de firmar acuerdos de asociación o de conceder permisos de refugio y asilo.

Dada la oposición del Partido Popular Europeo a admitir el informe, éste fue aprobado por un estrechísimo margen de 242 votos contra 240 y 42 abstenciones. El grupo socialista contaba con el apoyo explícito de los Liberales y los Verdes/ALE (Alianza Libre Europea). Poco antes de la votación, celebrada ayer por la mañana, María Izquierdo logró el apoyo de GUE/NGL (Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica).

'Se trata de una señal a favor de la universalidad de los Derechos Humanos, que es el acervo ético de la Unión Europea', explica María Izquierdo. 'Y una señal de que no se puede excluir a las mujeres de los Derechos Humanos'.

El informe pide explícitamente que los Estados miembros de la UE 'no reconozcan a los países en los que las mujeres no puedan adquirir plena ciudadania o estén excluidas del Gobierno'. Basándose en tal principio, la liberal Lousewies Van der Laan añadió que la UE debería, en consecuencia, suspender sus relaciones diplomáticas con el Vaticano, que a su vez debería perder su estatuto en la ONU.