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Aznar y Zapatero ultiman una reunión para salvar el Pacto contra el Terrorismo

El vicepresidente Rajoy expresa su 'preocupación' por el futuro del acuerdo contra el terrorismo

José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero se reunirán en las próximas semanas para intentar restaurar la confianza perdida entre el Gobierno y el primer partido de la oposición, que en las últimas semanas ha puesto al borde de la ruptura el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo. Aunque la entrevista aún no tiene fecha, La Moncloa ha dado luz verde a su celebración, reactivando así la cita que pidió Zapatero en diciembre pasado. El vicepresidente y ministro del Interior, Mariano Rajoy, mostró ayer su 'preocupación' por el futuro del pacto antiterrorista y pidió al PSOE que hable 'con una sola voz'.

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Texto de referencia:: El pacto antiterrorista
Opinión:: La columna de los expertos
Tema:: La ofensiva terrorista
Encuesta:: ¿Cree que el PSOE es desleal por mantener contactos con los nacionalistas?

Los secretarios generales del PSOE y del PP, José Luis Rodríguez Zapatero y Javier Arenas, de un lado, y el diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos, han conversado durante la pasada semana para reactivar el pacto antiterrorista suscrito por ambas fuerzas políticas ante su evidente deterioro público. De estos contactos ha salido el acuerdo de reactivar la entrevista entre Aznar y Zapatero, que este último solicitó en diciembre para pedir un incremento de las medidas de protección de los concejales socialistas vascos y que desde entonces había permanecido sobre la mesa del presidente del Gobierno.

El atentado del pasado jueves contra la edil socialista de Portugalete (Vizcaya) Esther Cabezudo y el sufrido una semana antes por el dirigente juvenil del PSE Eduardo Madina, junto al temor a que ETA siga golpeando a los socialistas vascos antes de su congreso, que comienza el próximo día 23, ha puesto dramáticamente de actualidad este problema.

Sin embargo, inevitablemente, la cita, para la que aún no hay fecha, girará en torno a la desconfianza mutua entre socialistas y populares, que está socavando la imagen pública del pacto. El Gobierno acusa al PSOE de 'deslealtad' por haber iniciado una aproximación al PNV sin que, a su juicio, este partido se haya movido un ápice de los postulados soberanistas. El PSOE, por su parte, cree que los populares están dinamitando el pacto contra ETA al incumplir uno de los postulados básicos: no utilizar el terrorismo como argumento para la pugna partidista.

El vicepresidente primero, Mariano Rajoy, mostró su 'preocupación' por el futuro del acuerdo antiterrorista. En declaraciones a Europa Press, Rajoy pidió al PSOE que hable 'con una sola voz y un único criterio' respecto a Euskadi, porque las contradicciones 'generan cierta sorpresa y [dan la] sensación de que hay algo que no funciona en ese partido'.

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Rajoy se refería a una entrevista concedida a El Mundo por el presidente del PSE de Guipúzcoa, Jesús Eguiguren, quien aludía a una hipotética oferta de gobernabilidad al PNV por parte de los socialistas: 'En algunas agrupaciones se han aprobado enmiendas [a la ponencia de la dirección del PSE] que plantean un pacto de estabilidad institucional que garantizaría la mayoría de gobierno [al PNV], pero como contrapartida plantean que el nacionalismo renuncie esta legislatura a sus pretensiones de reforma constitucional'.

Unidad democrática

Las confusas declaraciones de Eguiguren fueron inmediatamente desmentidas por el secretario general de los socialistas vizcaínos, Patxi López, al que se atribuyen más posibilidades de dirigir el PSE tras el congreso. 'El único acuerdo posible con el PNV es el que englobe a los demás partidos democráticicos para procurar la unidad contra ETA', dijo a Efe.

Para entonces, Arenas ya había cargado contra el PSOE, interpretando las palabras de Eguiguren como una prueba de que los socialistas vascos han renunciado a 'ser alternativa' al PNV y se contentan con 'complementarlo'. Arenas emplazó a Zapatero a que aclare la supuesta oferta de Eguiguren y le recordó que ésta es 'ajena' al pacto antiterrorista.

El episodio de ayer evidenció la desconfianza que viene larvándose desde diciembre, cuando los populares interpretaron la dimisión del secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, como un primer paso para abandonar el frente constitucionalista y acercarse al PNV, mientras los socialistas reaccionaban con irritación ante lo que consideraron una intromisión en sus asuntos internos.

Socialistas y populares realizaron una lectura diametralmente opuesta de la reunión que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, celebró con todos los partidos democráticos el 22 de febrero. Mientras Ramón Jáuregui, presidente de la gestora del PSE, consideró que se había dado un primer paso hacia el aislamiento de Batasuna, el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, se mostró decepcionado con los resultados.

Cuando trascendió que Jáuregui había mantenido un encuentro previo con Ibarretxe, los populares creyeron entender por qué el lehendakari había puesto sobre la mesa la propuesta de ampliación de la Ertzaintza, respaldada por los socialistas, y lo interpretaron como un acto de deslealtad.

Pero también el PSOE tiene una abultada lista de agravios. Por ejemplo, haberse enterado a través de los medios de comunicación de las medidas que el Gobierno planeaba plantearles en la reunión del pacto antiterrorista del 19 de febrero, a pesar de que algunas fuesen tan delicadas como la reforma de la Ley de Partidos Políticos para ilgealizar a Batasuna.

Llegados a este punto, sólo un encuentro al máximo nivel, entre Aznar y Zapatero, podría restaurar la confianza en un acuerdo que hace aguas a ojos vista.

RICARDO GUTIÉRREZ

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