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La construcción de pisos sube un 3,5% gracias al empuje de la vivienda de protección oficial

28 de cada 100 casas que se edificaron el año pasado en Euskadi eran protegidas

El sector de la construcción de pisos recuperó el año pasado en Euskadi parte del terreno que había perdido en 2000. A lo largo de 2001 se inició la edificación de 15.478 viviendas libres y protegidas, un 3,5% más que el año anterior. Tras el máximo histórico alcanzado en el año 1999 (con casi 19.000 pisos construidos), los expertos habían vaticinado un lento retroceso, hasta estabilizar la construcción en torno a los 15. 000-16.000. El empuje de la vivienda de protección oficial es lo que ha permitido el repunte, al alcanzar su techo con 4.284 pisos (un 51% más que en 2000).

En total, de cada 100 pisos edificados el año pasado, 28 fueron protegidos, una cuota que se encuentra muy por encima de los 10 de media que se levantan en el resto de las comunidades autónomas. El objetivo del Gobierno es llegar hasta el 35% cuando concluya la legislatura.

Aunque la demanda de pisos sigue siendo significativa, el segmento libre ha sufrido un descenso de casi mil viviendas. La bonanza económica, traducida en el crecimiento del empleo y, sobre todo, en la bajada de los tipos de interés, ha mantenido en todo lo alto la demanda en los últimos años. Muchos ciudadanos han visto en esta coyuntura su oportunidad de comprar un piso afrontando su hipoteca. Sin embargo, la expectativa de evolución económica ha variado en el último año y medio, lo que influye en las decisiones sobre inversión. El viceconsejero de Vivienda, Javier Déan, apunta que los precios que habían alcanzado los pisos en el mercado libre eran desorbitados. 'Ya no se puede subir más y ahora tendrán que empezar a bajar'.

Inversión de la tendencia

Este decaimiento en la presión del mercado libre ha conllevado un aumento en la construcción de vivienda protegida. De esta forma, en el año 2001 se invirtió la tendencia y los promotores empezaron a decantarse por construir pisos de protección oficial. La aplicación de la Ley de Medidas Urgentes del año 1994, que obliga a los propietarios de solares urbanizables a construir en ellos al menos un 65% de vivienda protegida es lo que ha impulsado la edificación de este tipo de casas.

El paso administrativo de un solar urbanizable a urbano requiere varios años de trámites, de manera que la norma sobre Medidas Urgentes, también conocida como Ley Maturana, es ahora cuando empieza a arrojar sus frutos. 'Las nuevas promociones de vivienda protegida se están construyendo en esos solares', asegura Deán. Eso significa que en los próximos años seguirá creciendo en Euskadi la construcción de vivienda protegida, porque ese tipo de suelos se irá incorporando de manera paulatina al mercado.

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'Lo que ha pasado', señala el viceconsejero, 'es que se han ido agotando los suelos que ya estaban catalogados como urbanos y, por lo tanto, empieza a aplicarse de manera más contundente la norma, al tocarle el turno a los que eran urbanizables en 1994, pero que ahora ya están en condiciones de asumir edificaciones'.

Hasta ahora, los promotores estaban centrados en el mercado de vivienda libre, al obtener unas altas rentabilidades. Prácticamente, todo lo que construían se vendía y a precios muy elevados. 'No tenían necesidad de fijarse en la vivienda pública', comenta Déan. 'Pero en la medida en que siguen interesados en mantener en funcionamiento sus empresas, y dado que la vivienda libre ha cedido algo en su presión, están tendiendo a hacer más vivienda de protección oficial', subraya.

Ayuntamientos

Además del Gobierno, los ayuntamientos también se han implicado en la promoción de las viviendas públicas. Según Déan, 'la presión social que se está ejerciendo en el tema de la vivienda es cada vez es mayor. Ninguna institución puede hacer oídos sordos a las llamadas de los jóvenes. Estamos recibiendo muchas propuestas de ayuntamientos que ponen suelo a disposición del Gobierno para que construya'.

En opinión del viceconsejero, 'muchos ayuntamientos se están poniendo las pilas a la vista de las elecciones municipales'. El ayuntamiento que no se mueve para poner a disposición del Gobierno suelo o para empujar a los propietarios de suelo para que movilicen terrenos con pisos protegidos no va a salir bien parado en los comicios', vaticina.

En la actualidad, el precio máximo del metro cuadrado de una vivienda protegida no puede superar las 180.000 pesetas en cualquiera de las tres capitales vascas.

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