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2.000 fieles denuncian la opacidad de las finanzas del arzobispado

Cristianos de base de Barcelona piden al cardenal Carles que renuncie

La ofensiva de una parte importante de la militancia católica de Barcelona contra el cardenal Ricard Maria Carles vivió ayer un nuevo episodio con la entrega de una durísima carta firmada por 2.007 cristianos de base de la archidiócesis en la que, además de pedirle que renuncie a alargar su mandato, le recriminan 'falta de transparencia en la economía diocesana' que habría provocado un 'importante descenso' de las aportaciones de los fieles. El arzobispado anunció que hoy hará pública una nota de prensa al respecto.

La de ayer es la tercera misiva crítica que recibe el cardenal en los últimos meses. En diciembre fueron 565 laicos los que suscribieron un texto similar, aunque de menor dureza formal. Poco antes, 229 sacerdotes, una cuarta parte del clero de Barcelona, firmaron una carta en la que acusaban a su arzobispo de 'marginar' a los eclesiásticos no encuadrados en la ortodoxia oficial y de causar 'división' entre el clero. El arzobispado, por su parte, se encargó de airear una carta de apoyo de 800 feligreses.

Los firmantes piden a Carles -que el año pasado cumplió la edad de jubilación- que renuncie a la prórroga que le concedió el Vaticano. La misiva fue entregada en el registro del arzobispado por el portavoz de los firmantes, Josep Torrens, quien explicó que ha sido promovida por feligreses de varias parroquias barcelonesas que no forman parte de una entidad organizada ni pretenden convertirse en un grupo legalmente constituido.

La archidiócesis de Barcelona, dice la misiva, 'no camina hacia a la renovación sino hacia la involución'. Los firmantes acusan al arzobispo de imponer una línea 'totalitaria y demagógica' y le recriminan haber roto las vías de diálogo con los fieles. En términos generales, el contenido de la carta reproduce las quejas de una buena parte de la militancia católica barcelonesa, especialmente desde que Carles nombró obispo auxiliar a José Ángel Saíz Meneses, a quien este sector atribuye un talante ultraconservador, pero esta vez las críticas se extienden también al campo de la gestión económica.

Déficit creciente

'La falta de transparencia en la economía diocesana', dice la carta, 'ha provocado un gran descenso en las aportaciones de los fieles a través de la asignación tributaria y también de otros medios'. La archidiócesis barcelonesa, la segunda más grande de Europa, ha ido aumentando su déficit hasta los nueve millones de euros (1.497 millones de pesetas). 'Lejos quedan los tiempos en que se hablaba de la autofinanciación de la Iglesia', añade la carta, 'ahora sólo se nos habla de su sostenimiento'.

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El origen de esta trifulca eclesial hay que buscarlo en la primavera de 2000, cuando Carles destituyó al jesuita Enric Puig del cargo de canciller y secretario general, provocando la dimisión del obispo auxiliar Joan Carrera, e imprimiendo un giro claramente conservador a su mandato. La primera carta crítica llegó en mayo de 2000, firmada por 30 de los 46 arciprestes de la diócesis que ya denunciaban 'falta de transparencia'.

Torrens, en nombre del grupo promotor de la carta entregada ayer, anunció que se enviará una copia de la misma al nuncio del Vaticano en España y ofreció a los cristianos de base la posibilidad de adherirse al texto (www//esglesiaplural.org) y enviar un mensaje electrónico al Vaticano mostrando su desacuerdo con la gestión de Carles. El arzobispado, por su parte, anunció para hoy una nota oficial de respuesta.

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