Un hombre asesina a sus cinco hijos y al amante de su ex mujer en Bélgica

Bélgica se despertó ayer con una nueva tragedia familiar que degeneró en una matanza. Tres niños de entre cuatro y seis años de edad, dos adolescentes y un adulto aparecieron muertos de madrugada en el barrio popular bruselense de Ganshore. Un ataque de celos está en el origen de este nuevo suceso que ha conmocionado al país. El autor de las muertes, un turco de origen albanés de 50 años de edad, pidió en un café que llamaran a la policía para entregarse. Allí dijo que no podía soportar que su ex mujer tuviera un nuevo compañero sentimental. Por eso decidió matar a sus cinco hijos, así como al amante de su antigua compañera, porque no podía aguantar la soledad.

Los gritos de la madre diciendo que habían matado a sus niños despertaron a los vecinos. En una panadería próxima al lugar del crimen, el tendero recordaba cómo hacía menos de un año la hija mayor de esta familia albano-turca, de 17 años de edad, decía que su padre estaba 'histérico' y que se había 'vuelto loco'. Llegó a sugerir entonces que se llamara a la policía. Los vecinos aseguran, de hecho, que 'la familia tenía verdadero miedo de él' y que 'no se atrevían ni a abrirle la puerta'.

Ese mismo ataque de nervios, según los testigos, es el que está en el origen de este nuevo drama familiar, que esta vez ha acabado en tragedia. Armado con una pistola, el padre de la joven entró a las dos de la madrugada del sábado en la casa y mató a su hija mayor junto al nuevo compañero sentimental de su ex mujer. Los vecinos aseguran que el presunto autor de los asesinatos 'no podía soportar que ella hubiera encontrado a otro hombre'.

Cadáveres dentro del coche

Pero la macabra historia no acaba ahí. La policía de Moelenbeek encontró los cuerpos de dos menores de 10 y siete años y de un adolescente de 18 dentro de un coche aparcado en las proximidades de la casa de la madre. Tirado en la calle yacía estrangulado el cuerpo de la más pequeña de la familia -cuatro años-, que agonizante logró salir del coche, pero falleció a primeras horas de la mañana de ayer en un hospital tras varios intentos por reanimarla.

El autor de los hechos pasó, tras cometer los asesinatos, por un bar, donde se tomó tres cervezas y varios whiskies y discutió con los clientes mientras mostraba las fotos de sus hijos. 'Dijo que estaba divorciado, que su mujer estaba con otro y que se sentía muy solo', comentó la dependienta del local. 'Se encontraba nervioso. En ese momento, sacó su arma y la colocó en el mostrador. Hizo lo mismo con las balas, y yo las retiré inmediatamente', dijo la dueña del café. 'Me dijo que llamara a la policía. '¿Por qué?', le pregunte. Me contestó: 'Acabo de matar a seis personas'.

La madre se encuentra en shock, así como una amiga de la hija mayor. 'Los primeros elementos de los que disponemos nos hacen pensar en una crisis familiar que ha degenerado', declararon fuentes policiales, que han abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar cómo y cuándo se produjeron los asesinatos de los miembros de la familia y del nuevo compañero sentimental de la mujer.