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EL EURO EN LA CALLE

Noche de fiesta en la capital de la Unión para dar la bienvenida al año del euro

Las celebraciones recorrieron el área de la moneda única como un reguero de pólvora

Gabriela Cañas

La euforia estalló en la noche del 31 de diciembre casi al unísono en 12 países europeos, y esta vez no fue sólo por la habitual llegada de un nuevo año. Centenares de miles de ciudadanos de 12 países de la Unión Europea tomaron las calles en la madrugada del martes para dar la bienvenida, esta vez sí, a una nueva moneda que ahora todos comparten. En la capital de la Unión, Bruselas, entre 15.000 y 20.000 personas desafiaron al frío de la noche para demostrar que en ocasiones históricas los ciudadanos no están tan alejados del proyecto europeo como insisten algunos dirigentes políticos.

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Grecia y Finlandia, los primeros en inaugurar el año debido a su horario, abrieron la serie de celebraciones y colmaron las expectativas de los ciudadanos, que con su euforia disiparon dudas sobre el éxito de la moneda única. Las celebraciones recorrieron Europa como un reguero de pólvora que les hizo vibrar al unísono. Luxemburgo fue el único país que no celebró de forma sonora el acontecimiento que unió a todos por encima de la disparidad de lenguas y de ritos diferentes para recibir al año.

El euro fue recibido en Bruselas con un festejo sin precedentes. El Gobierno belga, que además ha presidido la Unión Europea durante los últimos seis meses, organizó un espectáculo de luz y sonido cargado de simbolismos, al que acudieron alrededor de 20.000 ciudadanos. Nunca antes las habituales celebraciones de Nochevieja en la Grande Place habían cosechado tanto éxito.

La fiesta, esta vez, se desplazó, de nuevo de forma simbólica, del centro turístico de la ciudad a la explanada del Cincuentenario, en el barrio Europeo. Cerca queda el edificio Charlemagne, una de las sedes de la Comisión Europea, que quedó revestido desde el lunes de una vistosa bandera del euro.

Sobre el Arco del Cincuentenario y los edificios aledaños se reflejaron los símbolos de las once monedas que se despiden (Luxemburgo y Bélgica compartían el franco belga) y una orquesta sinfónica formada por jóvenes talentos tocaron las piezas musicales más identificables de los 12 países de la eurozona, desde Padam padam, de Edith Piaf, hasta La chanson des vieux amants, de Jacques Brel, pasando por un vals de Strauss y un fragmento del Concierto de Aranjuez, del maestro Rodrigo.

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La elegancia centroeuropea, el jazz, la danza y los juegos de luces concluyeron este espectáculo, bautizado como El Euro Puente, y que resultó emocionante cuando iluminó el brumoso cielo nocturno de la ciudad durante casi una hora.

La cuenta atrás para la medianoche dio paso al estallido pirotécnico, mientras varios políticos que han hecho posible esta transición al euro posaron para las cámaras con un ramillete de billetes de euro.

El ministro de Finanzas belga, Didier Reynders; el comisario europeo de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes; el gobernador del Banco Nacional de Bélgica, Guy Quaden, y el único miembro belga de la Comisión Europea, Philippe Busquin, responsable de Investigación, aportaron el sesgo político a este acontecimiento histórico. 'Ha sido un acto digno', dijo después Pedro Solbes. 'La gente ha demostrado que hay un interés en la calle por esta historia'.

Los miles de ciudadanos que habían acudido al acto convirtieron el barrio Europeo en una gran fiesta callejera, en la que los españoles tomaron las uvas y todos festejaron con champán la alegría de haber participado en un acontecimiento histórico.

Un grupo de ciudadanos belgas celebran con símbolos del euro la llegada de la nueva moneda.
Un grupo de ciudadanos belgas celebran con símbolos del euro la llegada de la nueva moneda.REUTERS

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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