El uso del videoteléfono revoluciona la cobertura de noticias internacionales
Con este aparato llegan imágenes de Afganistán
Las nuevas tecnologías de comunicación están revolucionando la cobertura internacional de noticias, como lo demuestran las imágenes sobre el conflicto en Afganistán, que dan a esta guerra un aspecto borroso, pero vistoso. El videoteléfono, un aparato del tamaño de un ordenador portátil, permite conexiones con audio y vídeo en directo desde cualquier lugar del mundo. Se monta en unos pocos minutos y permite gran movilidad a los corresponsales.
Si el conflicto en Afganistán hubiera ocurrido hace dos años, los enviados de las principales televisiones del mundo habrían tenido que mandar sus crónicas por teléfono convencional, y eso con cierta dificultad. Los editores en los estudios centrales habrían tratado de mejorarlo con imágenes de archivo o con mapas de la zona bajo la voz del corresponsal y, en el mejor de los casos, una pequeña fotografía del individuo. Ahora, con el videoteléfono disponen de una señal algo granulada, pero aceptable.
El aparato en cuestión ganó notoriedad hace seis meses, cuando permitió a la CNN emitir imágenes del 'avión-espía' de Estados Unidos retenido por China en la isla de Hainan. Desde entonces, la empresa que lo fabrica se hace de oro con los encargos de cadenas de todo el mundo. Todas las grandes en EE UU y muchas en Europa lo emplean para transmitir desde lugares remotos en Afganistán.
El sistema tiene dos componentes: un aparato que digitaliza y comprime la señal de vídeo y audio en tiempo real, y un teléfono capaz de usar satélites geoestacionarios para establecer comunicación con cualquier lugar del mundo. En total, los artilugios -fabricados en Inglaterra- caben debajo del brazo y no pesan más de cinco kilos. Las televisiones instalan receptores y descodificadores en sus emisoras para captar la señal, que llega con sólo medio segundo de retraso, lo que permite mantener conversaciones en directo con los enviados especiales. Los teléfonos por satélite sólo permiten conexiones a 128 kilobits por segundo, el doble de una conexión telefónica convencional a Internet.
El videoteléfono es además un salvavidas para el enviado especial. No sólo permite el envío de imágenes sin necesidad de enlaces y camiones de emisión; los periodistas con videoteléfono pueden moverse solos y pasar mucho más inadvertidos.
