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Swissair cancela sus vuelos por falta de pago del queroseno y las tasas aeroportuarias

Los bancos adelantan dinero a la compañía para que reanude sus operaciones lo antes posible

Swissair no tuvo más remedio que cancelar ayer 230 vuelos, la mayoría europeos, ante la exigencia de pago por parte de los proveedores de queroseno y de servicios aeroportuarios. En la jornada anterior, la compañía había alcanzado un acuerdo con los bancos UBS y Crédit Suisse para evitar la quiebra. Los bancos accedieron a comprar el 70% de Crossair, filial regional de Swissair, y encargar a esta firma la gestión de todo el grupo. Ante la crítica situación, los bancos decidieron ayer adelantar 172,6 millones de euros a Swissair para que vuelva a volar lo antes posible.

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El sector aéreo mundial está en crisis, pero dentro de ésta, la de Swissair, una de la compañías con más prestigio del sector, es la más espectacular. En una decisión sin precedentes en sus 70 años de historia, Swissair decidió ayer cancelar 230 vuelos, la mayoría europeos, al no disponer de queroseno para abastecer a sus aparatos. Más de 18.000 pasajeros se quedaron en tierra. En los aeropuertos de Madrid y Barcelona hubo más 100 pasajeros perjudicados, aunque algunos fueron recolocados en Iberia y Lufthansa, informa F. Javier Barroso. El vuelo de Swissair de la madrugada de hoy desde Barcelona ya estaba cancelado en la noche de ayer.

La situación forzó a última hora de ayer a los bancos decidieron adelantar a Swissair 172,6 millones de euros, casi la totalidad del valor de lo que se habían comprometido pagar por Crossair. El presidente de Swissair, Mario Corti, declaró en la noche de ayer a la televisión suiza que esperaba que la compañía reanudara sus actividades lo antes posible.

Bloqueos y embargos

Las cancelaciones de ayer no sólo dependieron de Swissair. A éstas se sumó el bloqueo por parte de las autoridades del aeropuerto londinense de Heathrow de dos aparatos de Swissair por la falta de pago de las tasas de aterrizaje (una de las que deben pagar la compañías dentro del concepto de tasas aeroportuarias). Tampoco salieron de Suiza los vuelos con destino al aeropuerto internacional de Bruselas-Zaventem, aunque en este caso por el temor de que la justicia belga confiscara los aparatos tras la negativa de Swissair de financiar su parte del plan de salvamento de la compañía Sabena, de la que controla el 49,5%.

Las empresas petroleras no se fían de la situación financiera por la que atraviesa Swissair. Los distribuidores de combustible de la aerolínea exigieron como premisa a la dirección de la compañía que pagara por adelantado el queroseno que necesita para hacer volar a sus aviones. Ello, a pesar de que el lunes, el grupo Swissair y los bancos dos mayores bancos suizos, UBS y Crédit Suisse, alcanzaron un acuerdo para garantizar la continuidad de las operaciones de la compañía bajo la gestión de la filial regional Crossair. Los bancos se quedaron con el 70% de la filial por 173,3 millones de euros y accedieron, además, a dar un crédito puente al grupo por 166,6 millones de euros y extender el crédito de Crossair hasta los 233 millones.

Distintos analistas creen que los proveedores calcularon que pasaría un mes hasta que Swissair tuviese en sus manos el dinero de la venta de su parte en Crossair y el acceso al crédito. Hasta entonces, la empresa no tendría un centavo y ningún proveedor parecía estar dispuesto a seguir fiando a una aerolínea que arrastra una deuda de 11.526 millones de euros. Por ello, se prevé que el adelanto del dinero de los bancos pueda reanudar, incluso hoy mismo, la actividad de Swissair.

En otro frente, la línea de bandera suiza está arrastrando a la belga Sabena, de la que posee el 49,5%, a la quiebra. El lunes, la dirección del Grupo Swissair comunicó a Sabena que ya no podría desembolsar los 133 millones pactados con el Gobierno belga (dueno del 51,5%) para reflotar la compañía. En Bruselas, el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, anunció que va a reactivar el proceso judicial contra Swissair, que fue suspendido el pasado 2 de agosto, tras firmarse 15 días antes el acuerdo para inyectar dinero en Sabena que Swissair rompió ayer. Ésta es, por ende, la segunda vez que el grupo suizo dice que va a financiar el reflote de la aerolínea belga e incumpleo el trato.

El Ejecutivo de Bruselas considera que la compañía helvética 'está faltando a los compromisos contraídos antes del verano con Sabena para sacarla de la crisis financiera', situación que viene arrastrando desde hace años y que se está viendo agravada tras los atentados del 11 de septiembre en EEUU. El Gobierno belga ha amenazado con extender la demanda a Crossair y los dos grandes bancos si el grupo no cumple lo pactado. El ministro belga Rik Daems calificó el comportamiento de Swissair de 'inadmisible' y aseguró que se están examinando las diferentes opciones de financiación para Sabena.

Un empleado de Swissair inspecciona uno de los aviones de la compañía que no despegó ayer de Zúrich.
Un empleado de Swissair inspecciona uno de los aviones de la compañía que no despegó ayer de Zúrich.REUTERS

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