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El arzobispo Milingo abandona a su esposa y vuelve con la Iglesia

La mujer dice que el prelado ha sido drogado

'Confirmo de nuevo mi compromiso con la Iglesia Católica y con todo el corazón, renuncio a mi convivencia con María Sung y a mi relación con el reverendo Moon y su secta', dice una misiva firmada por Emmanuel Milingo y hecha pública ayer por la Santa Sede para demostrar que el ex arzobispo de Lusaka ha optado por aceptar las condiciones impuestas por el Vaticano en julio para evitar su excomunión.

La crisis se había desatado con la decisión de Milingo de aproximarse al reverendo Moon y contraer matrimonio con María Sung, miembro de esta iglesia desde hace cinco años. Pero los problemas de Milingo con la jerarquía se remontan a 1982, cuando fue convocado en el Vaticano para responder ante una comisión de investigación por sus actividades de exorcista y curandero que lo hicieron célebre en África. Tras ser obligado por sus superiores a retirarse a Roma, siguió celebrando sus personales liturgias. Tampoco fueron bien vistas las incursiones de Milingo en el mundo discográfico y del espectáculo -entre otros actuó en el festival de San Remo-.

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En la carta fechada el pasado día 11, Milingo admite que fueron las palabras de Juan Pablo II, durante el encuentro que ambos mantuvieron la pasada semana en la residencia veraniega del Papa en Castelgandolfo, las que terminaron por convencerlo a dar el paso para la reconciliación. 'En el nombre de Jesús, regresa a la Iglesia Católica', relata Milingo que le pidió el Pontífice. 'Esas palabras han sido a la vez un llamamiento de mi Iglesia Madre y una orden paternal que me ha sido dirigida para ofrecerle mi fidelidad y obediencia a Usted que es representante de Jesús en la Tierra y Jefe de la Iglesia Católica', señala la misiva.

La misiva es la misma que una delegación vaticana había intentado entregarle a María Sung y que se negó a recibir. 'No confío en ninguna carta. Quiero hablar con mi marido personalmente', dijo entonces la mujer al anunciar a bombo y platillo, ante la basílica de San Pedro, que posiblemente esté embarazada del arzobispo y que iniciaba una huelga de hambre. 'La protesta durará hasta que Milingo sea libre para venir a verme. Si no aparece y decide quedarse como obispo, entonces haré ayuno hasta morir', advirtió y, para enfatizar su determinación recordó que acababa de redactar su testamento.

Para la mujer, Milingo - que está en paradero desconocido desde su entrevista en Castelgandolfo- está retenido en contra de su voluntad por la jerarquía católica que, en cambio, ha asegurado que el prelado ha decidido tomarse 'un período de reflexión' y oración antes de consumar su completa reconciliación con la Iglesia.

Anoche, tras hacerse oficial la reconciliación de Milingo y el Vaticano, Sung no cambió de idea. Para ella ese texto sólo puede haber sido escrito bajo 'los efectos de la droga' con que mantienen retenido al arzobispo en contra de su voluntad y confirmó su intención de denunciar el 'secuestro' de su marido ante la policía italiana.

REUTERS

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