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Unió de Pagesos empleará a los africanos de Barcelona si el Gobierno los regulariza

Miquel Noguer

Mientras la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y Cruz Roja protagonizaban una maratoniana reunión para solucionar el conflicto de los subsaharianos de Barcelona, el sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) se mostró ayer dispuesto a ofrecer contratos de trabajo a los inmigrantes desalojados de la plaza de Catalunya. Eso sí, siempre que el Gobierno se preste a regularizarlos por razones humanitarias.

La oferta de empleo, que el sindicato hace extensiva a todos los inmigrantes sin papeles a los que el Gobierno esté dispuesto a regularizar, pretende cubrir la demanda de los agricultores de Lleida, ya que legalmente sólo se pueden contratar a inmigrantes con permiso de trabajo y residencia.

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'Estamos dispuestos a colaborar con aquellos que estén interesados en poder legalizarlos', comentó ayer Joan Josep Vergé, responsable de temporeros del sindicato. Vergé recordó que su organización ya ofreció contratos a diversos inmigrantes cuando el pasado enero se encerraron en algunas iglesias de Barcelona, aunque precisó que alguno de ellos rechazó la oferta porque no quería trabajar en el campo. Otro grupo de subsaharianos que el año pasado se instalaron en la plaza de Catalunya ya acabaron trabajando en el campo de Lleida gracias a la intervención de Unió de Pagesos.

Con el objetivo de buscar una salida a este colectivo, representantes del Ayuntamiento y la Generalitat se reunieron ayer durante más de cuatro horas. Del maratoniano encuentro, sin embargo, sólo trascendió que la Cruz Roja ofrecerá un alojamiento a los subsaharianos sin la mediación de la plataforma que los apoya ni del sindicato CGT. Al cierre de esta edición, los inmigrantes estaban a la espera de una oferta concreta de la Cruz Roja, que según el Ayuntamiento 'garantizará la confidencialidad de los alojados'.

Anoche, Cruz Roja confiaba en alojar a los inmigrantes de forma inmediata. Sin embargo, el alojamiento sólo se ofreció al centenar de africanos desalojados inicialmente de la plaza de Catalunya y no para los magrebíes que posteriormente se unieron a la protesta de los subsaharianos. Este segundo grupo se encuentra acampado en la misma plaza que los africanos, aunque celebran sus propias asambleas y afirman estar más interesados en regularizar su situación que en el problema de la vivienda.

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La principal reivindicación delos inmigrantes es que la oferta de alojamiento no sea el primer paso para su expulsión, anunciada por el Gobierno el pasado viernes. Es por ello que exigen poder cobijarse en un albergue con la garantía que sus datos personales no serán filtrados a la policía.

Según el Ayuntamiento, los inmigrantes no tienen por qué temer nada, puesto que la confidencialidad 'está garantizada por ley'. El Ayuntamiento, la Generalitat y la Cruz Roja se reunieron sin que los inmigrantes tuvieran conocimiento del encuento, lo que causó indignación entre sus representantes. Algunos de ellos acudieron al Ayuntamiento,donde se celebraba la reunión, con el objetivo de integrarse a ella, aunque no lo consiguieron.

Al encuentro tampoco fueron convocados los representantes de CGT, sindicato que según el Ayuntamiento 'presiona' a los inmigrantes para que se nieguen a aceptar sus ofertas y 'cuestionar' así el papel de las administraciones. En la reunión participaron responsables de inmigración del Ayuntamiento y la Generalitat, entre ellos la alcaldesa accidental, Núria Carrera, y Àngel Miret, secretario general para la inmigración del Gobierno catalán.

Mientras las administraciones se encontraban reunidas, la plataforma de apoyo a los inmigrantes reunió unas 500 personas en la plaza de André Malraux, informa Gisela Businache. La concentración transcurrió de forma pacífica y bajo la petición de que no se expulse a los inmigrantes desalojados de la plaza de Catalunya.

Los africanos de Barcelona, ayer, durante el almuerzo ofrecido por la Cruz Roja.
Los africanos de Barcelona, ayer, durante el almuerzo ofrecido por la Cruz Roja.CARMEN SECANELLA

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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