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Una veintena de municipios turísticos vierte sus aguas residuales al mar al carecer de saneamiento

Los plazos que dio la Unión Europea para resolver la depuración se han incumplido

La Directiva Comunitaria 91/271 estableció distintos horizontes para resolver el tratamiento de las aguas residuales, de forma que los municipios de más de 15.000 habitantes debían tener un tratamiento secundario antes del 1 de enero de 1001. El cumplimiento de la normativa deja mucho que desear. Según reconoce la Junta, de los 126 núcleos con estas características existentes en Andalucía, 57 tienen ya depurados sus residuos, en otros 13 hay depuradoras en construcción, y otros 56 aún están pendientes. De éstos, más de 20 son municipios turísticos.

Las responsabilidades de los incumplimientos se las reparten las distintas administraciones, aunque de forma desigual. En febrero de 1995, Junta y Gobierno central firmaron un convenio para la ejecución del Plan Nacional de Saneamiento y Depuración en el que se determinaban las responsabilidades de cada uno de ellos y que contemplaba un conjunto de 374.000 millones de pesetas en inversiones hasta el 2005.

Paradójicamente, las actuaciones que fueron declaradas de Interés General del Estado, por su carácter estratégico y a las que por tanto se les supone más urgencia, son las más retrasadas.

Entre estas se encuentran los planes de saneamiento de Adra, Aguadulce, Roquetas de Mar y El Ejido, en Almería, presupuestados en más de 8.000 millones de pesetas, y cuyas estaciones depuradoras se encuentran en construcción. En la provincia de Cádiz, la Confederación Hidrográfica del Sur ya ha concluido la depuradora de La Línea de la Concepción, en la que ha gastado 1.034 millones, pero no están hechos los colectores, y la depuradora de Algeciras está en fase de estudio, con un coste estimado de 2.000 millones.

También está hecha pero sin los colectores terminados la depuradora de la capital onubense, mientras que la de Moguer se ha adjudicado en 1.175 millones. En Granada están en ejecución las depuradoras y colectores de Salobreña, Almuñécar y Motril, con un coste total de 4.710 millones.

Estos incumplimientos no han tenido tanta resonancia como los de la Costa del Sol, donde la cuestión es motivo de una intensa polémica política y social. Actualmemte se encuentran en construcción las depuradoras y los colectores de Rincón de la Victoria (2.296 millones) y Vélez Málaga (2.792 millones); los colectores de Torremuelle (1.194 millones) y de Manilva, Estepona y Casares (2.062 millones). Benalmádena y Fuengirola se dotarán de nuevas estaciones depuradoras, la primera está en construcción (2.784 millones) y la segunda está en licitación (4.349 millones). Aún pendientes están la depuradora de Nerja y los colectores de Torrox y Algarrobo.

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Actuaciones pendientes

Las principales actuaciones pendientes de la Junta se localizan en el interior, aunque en la costa ejecuta aún los planes de Cádiz y San Fernando, Rota, Tarifa, Vejer de la Frontera y Barbate, donde hay depuradoras en construcción, mientras en Chipiona debe todavía contratarla.

La Administración autonómica ha invertido desde 1994 unos 22.000 millones en las redes de saneamiento de Río Piedras, Isla Cristina, Ayamonte, Lepe Cartaya y Punta Umbría (Huelva), Sanlúcar de Barrameda, Rota, El Puerto de Santa María y Conil (Cádiz) y en las capitales de Málaga y Almería. La Consejería de Obras Públicas reconoce que ha primado las actuaciones en el litoral, en los que ha ejecutado 82 proyectos desde 1999, por la relevancia ambiental, la cantidad de población asentada y la trascendencia económica del saneamiento, a costa de retrasar las actuaciones en el interior.

Para los ecologistas, la situación del litoral deja mucho que desear. Según Greenpeace, existen 82 emisarios submarinos que vierten aguas residuales y que constituyen importantes fuentes de contaminación, sobre todo en Málaga y Granada. Pero además destaca que existen alrededor de 2.000 puntos de vertidos industriales y que la agricultura intensiva en Huelva y Almería ha provocado un ritmo de extracción de los acuíferos 'insostenible que se ha traducido en intrusiones marinas generales'.

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