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Implantadas en el corazón de un paciente células de su propio bíceps

Un equipo de la Universidad de California en Los Ángeles ha implantado a un paciente infartado células musculares obtenidas de su propio bíceps, con la esperanza de que se transformen en músculo cardiaco y reparen los tejidos dañados. Los científicos han reconocido que no podrán saber si el ensayo ha funcionado hasta dentro de varios meses, según informaba ayer Los Angeles Times.

En junio del año pasado, el investigador Philippe Menasché, del hospital Bichat de París, realizó la misma operación sobre otro paciente. La única diferencia es que no utilizó células musculares del bíceps, sino del cuadríceps (el músculo anterior del muslo). Los médicos informaron en octubre de que las células se habían implantado bien, y que el corazón del paciente había mejorado sus contracciones.

La operación de California es la primera que se realiza en Estados Unidos, con la excepción de tres ensayos previos que no pretendían reparar el corazón, sino sólo comprobar que la técnica era segura. El paciente se llama Edward Cooper, y es un abogado retirado de 62 años que ha sufrido tres infartos desde 1977. Las células del bíceps, que habían sido previamente multiplicadas en cultivo, le fueron inyectadas aprovechando una operación de bypass.

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