El alza de precios en EE UU descarta presiones inflacionistas
Los precios en Estados Unidos subieron un 0,3% en febrero, una décima más de lo previsto, empujados por la alimentación (0,5%), el vestido (0,8%) y la asistencia médica (0,5%). Sin embargo, las estadísticas del índice de precios al consumo (IPC) publicadas ayer por el Departamento de Comercio dibujan un panorama general sin apenas inflación y con algunos rasgos bajistas: se han abaratado los automóviles, los ordenadores y la energía. El coste de la hora de trabajo también se redujo un 0,1%.
El IPC 'debería descender en los próximos meses, ya que la debilidad de la demanda restringirá la inflación durante todo el año', declaró a la agencia Bloomberg Jerry Jasinowski, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes. La producción industrial lleva bajando cinco meses consecutivos y no muestra síntomas de recuperación, lo que, según Jasinowski, proporciona a la Reserva Federal 'un amplio margen para seguir reduciendo los tipos de interés'. La Fed redujo el martes medio punto los tipos, dejándolos en el 5%, y constató la inexistencia de tensiones inflacionistas.
Los precios de los automóviles bajaron un 0,3%, por los descuentos aplicados por los fabricantes para estimular las ventas. Los ordenadores volvieron a descencer en febrero, un 3,1%. La energía, que el mes pasado era el único renglón claramente alcista, es un 0,2% más barata.
Parecen haber desaparecido igualmente los riesgos de inflación en el mercado laboral. El coste de la hora de trabajo, que subió un 0,1% en enero, bajó en el mismo porcentaje el mes pasado. Pero las grandes compañías siguen recortando sus plantillas (Procter & Gamble se plantea despedir a 22.000 trabajadores, el 20% de su plantilla).