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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Vetado a los hombres

La discriminación es un hecho cotidiano de nuestra sociedad al cual parece que comenzamos a acostumbrarnos.

El lastre que hemos tenido que soportar de nuestros antepasados por su modo de actuar respecto a determinados temas supone para nosotros una rémora. Para superar estos últimos escollos y cambiar la manera de pensar de quienes aún permanecen anclados en tan vetustas ideas hemos tenido que aunar todas las fuerzas posibles y formar un bloque mixto. Un bloque en el que tanto hombres como mujeres hemos luchado contra algo que nos parecía a la vez ilógico y desfasado.

Sin embargo, este bloque parece no poder permanecer nunca estable. Si antaño éramos nosotros los que teníamos el poder, actualmente las cosas están cambiando. La utopía de la igualdad siempre acaba rompiéndose por aquellos que buscan una solución sencilla en los caminos más enrevesados. Si queremos conseguir la igualdad, únicamente podemos conseguirla desde la igualdad. Haciendo que la igualdad se asiente en nuestra sociedad para ir poco a poco asimilándola por todos los estilos de vida y pensamiento.

Jamás se podrá lograr una sociedad igualitaria si no comenzamos por adecuar las bases a los fines, y todo ello se hace desde la educación. ¿Es justo que se limite el acceso a la educación y formación de cualquier persona únicamente por su sexo? La respuesta parece clara para todos. No obstante, las cosas cambian cuando esta discriminación es institucionalizada. Organizaciones tales como el Instituto de la Mujer condicionan la concesión de cursos al hecho de ser mujer. Indudablemente no me opongo a que se intente revitalizar la actividad de la mujer desempleada, sobre todo para aquellas que no han tenido oportunidades en su pasado. Pero no debemos olvidar que la mujer hace ya algún tiempo que goza de las mismas oportunidades para su formación cultural que el hombre.

Si continuamos, por el contrario, manteniendo esta discriminación en la juventud, lo único que conseguiremos será perseverar en nuestro anterior error, perseverar en la injusticia. Aunque, esta vez sí, cambiando los papeles.-

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