Powell viaja a Oriente Próximo para fijar su política de paz
El presidente norteamericano, George Bush, ha lanzado una advertencia al presidente de Irak, Saddam Husein: 'No toleraremos que desarrolle armas de destrucción masiva; si lo hace, habrá consecuencias'. Como si se tratara de una consigna, la amenaza de Bush acompañará a partir de hoy al secretario de Estado, Colin Powell, en su primer viaje a Oriente Próximo, donde en sólo cuatro días visitará cinco capitales árabes (El Cairo, Ammán, Damasco, Kuwait y Riad), Israel y los territorios autónomos palestinos. Powell tiene previsto finalizar su viaje el martes en Bruselas para participar en una reunión con los ministros europeos de Exteriores y con los responsables de la OTAN.
La primera escala del viaje de Powell transcurrirá hoy en El Cairo, donde se entrevistará con el presidente, Hosni Mubarak, y empezará a tomar contacto directo con el proceso de paz. Será el prólogo imprescindible de una segunda escala crucial: Israel, donde tiene proyectado reunirse mañana por la noche con el primer ministro saliente, Ehud Barak, y el domingo con el entrante, Ariel Sharon, y con el presidente, Moshé Katsav. Para culminar se entrevistará con el líder palestino, Yasir Arafat, en los territorios autónomos. Se espera que Powell defina allí las líneas generales de la filosofía de la nueva Administración Bush respecto al conflicto israelo-palestino.
La Casa Blanca, aunque trata de mantener sus distancias, ha mostrado en los últimos días su preocupación por el constante deterioro económico en los territorios autónomos a raíz del embargo israelí como represalia de la Intifada. Se espera que Powell pida a Israel la descongelación de las ayudas económicas para evitar el hundimiento de la Administración Arafat, frenando así el caos, la anarquía y la desaparición de un interlocutor imprescindible para el proceso de paz. La respuesta de Sharon ya está redactada: 'Sólo transferiremos las ayudas cuando los palestinos cesen en su violencia y pongan fin a la revuelta'.
