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24 almacenes textiles del Eixample incumplen las medidas de seguridad

Las inspecciones de almacenes textiles que se han realizado en el distrito del Eixample de Barcelona este año han puesto de relieve que más de la mitad de ese tipo de instalaciones incumplen la normativa: de 48, sólo 16 estaban completamente en regla. El almacén textil Mateo Crespo -que ardió el pasado domingo-, situado en los bajos de un edificio modernista de la calle de Alí Bei, no fue de los inspeccionados por el distrito, y fuentes de los bomberos señalaron ayer que todavía no podían determinar el origen del fuego.

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Precisamente el Eixample es un distrito de Barcelona en el que tradicionalmente se ha desarrollado una importante actividad textil y actualmente concentra 634 almacenes, que antes fueron industrias manufactureras, sobre todo en el sector comprendido entre la calle de Trafalgar, la Ronda de Sant Pere y el paseo de Sant Joan. La mayoría de las 48 inspecciones -en las que intervenían, además de agentes de la Guardia Urbana, representantes del distrito y bomberos- realizadas a lo largo de este año se han centrado en almacenes de mayoristas. En 16 de ellos no se observaron problemas y 12 recibieron órdenes de acondicionamento. Otros 16 tuvieron que suspender su actividad mientras no se realizaran las modificaciones exigidas y ocho fueron precintados debido al riesgo de incendios. De estos negocios, cinco han cerrado definitivamente las puertas.

Fuentes municipales señalaron que la mayoría de las irregularidades en las empresas inspeccionadas son puramente administrativas, "como tener una licencia inicial que no se corresponde con la actividad que se desarrolla". En las oficinas del distrito se precisó que las inspeciones se programaron y que se empezó en la calle de Roger de Llúria y se siguió hacia el paseo de Sant Joan. En esas inspecciones se trataba de calibrar el estado general de las instalaciones y si estaban en regla administrativamente. Esto es, si tenían licencia o no. La concejal del distrito, Carme San Miguel, explicó ayer que las exigencias de seguridad se incrementarán con la ordenanza que actualmente está en trámite de exposición pública.

Esta ordenanza recoge las directrices de la Ley de Intervención Integral, aprobada por el Parlament en 1998, que insta a los ayuntamientos a desarrollar una normativa contra incendios en empresas y almacenes. La nueva ordenanza obligará a actualizar las instalaciones y a que las empresas especifiquen qué medidas tienen para protegerse del fuego, antes de obtener el permiso de actividades. También se efectuarán revisiones periódicas.

Propietarios de almacenes textiles del Eixample reconocieron ayer que las medidas de seguridad de muchas de sus instalaciones son insuficientes. "En los últimos 20 años nunca nos han obligado a instalar sistemas de detección de incendios", aseguraba ayer la propietaria de un almacén de la calle de Casp. Sin embargo, aseguró que desde hace meses está a la espera de instalar "mangueras y más extintores", aunque no tiene previsto dotar el local de un detector de humos ni de fuego.

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Las únicas medidas de seguridad que existen en este almacén, que ocupa una planta baja y el sótano de una casa modernista, son los extintores. "Pero siempre que nos vamos desconectamos la luz", aseguró su propietaria.

Jose Maria Tejederas Chacon

Sin salidas de emergencia

El mal estado de las instalaciones eléctricas y la falta de extintores y de salidas de humo son algunas de las irregularidades que los técnicos han observado en los almacenes textiles del Eixample. Estas carencias, unidas a la de salidas de emergencia, son el motivo por el que el Ayuntamiento de Barcelona ha ordenado el cese de actividades de 16 empresas textiles de la zona. Otras ocho han sido incluso precintadas porque sus responsables no hicieron caso de las órdenes de los técnicos. La situación se agrava por el hecho de que muchos almacenes están en casas viejas en las que no es posible ampliar las aberturas.

Los bomberos siguen trabajando en la extinción de los rescoldos

Casi 48 horas después de que se iniciara el incendio -un fuego latente que tardó horas en manifestarse con tremendas llamas- los bomberos seguían ayer trabajando en el interior de manzana del número 29 de la calle de Ali Bei para asegurarse de que las llamas no se reavivan entre las ruinas. Por eso, responsables de los bomberos y también portavoces municipales coincidieron en señalar que no será posible establecer las causas del siniestro por ahora. "Para poder estar medianamente seguros tenemos que remover y sacar los escombros y eso es todavía imposible", comentaban ayer los bomberos.Mientras, los afectados por el incendio -los 25 residentes del edificio- empezaban a examinar ayer su situación en cuanto a cobertura de seguros. La textil Mateo Crespo era la propietaria del sótano y del almacén. La firma Hispánica Textil tenía la propiedad de 10 de los pisos, que tenía arrendados, -arrendados a inquilinos- y los dos últimos tienen otro propietario.

El abogado Antonio Pavón, que ejercía las funciones de administrador de la mayor parte de la finca, señaló ayer que la comunidad, como tal, tenía suscrito un seguro contra incendios. "Supongo que todos los propietarios y algunos inquilinos también lo tendrían", explicaba.

Añadió que todavía no habían hablado de nada referente a la cobertura de los seguros con el propietario del almacén en el que se desencadenó el incendio: "Supongo que será su compañía la que tendrá que hacerse cargo. Pero no lo sé", puntualizó. Pavón, como muchos otros de los afectados, andaba ayer pendiente de resolver los múltiples problemas que les ha generado quedarse sin piso de repente.

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