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Los partidos palestinos llaman a la población a redoblar la Intifada durante el Ramadán

El mes sagrado musulmán del Ramadán se inició ayer en los territorios autónomos palestinos con una proclama de los dos principales partidos políticos, el islamista Hamás y el oficialista Al Fatah, pidiendo a la población que intensifique la Intifada contra el Ejército de Israel y los asentamientos de colonos judíos. Las llamadas a la guerra santa hacen tambalear los esfuerzos de los servicios secretos norteamericanos -y en especial de la CIA-, que tratan desde hace dos días de reabrir los canales de diálogo y cooperación entre los servicios de seguridad israelíes y palestinos.

Castigo para el Ejército

Los almuédanos de las mezquitas despertaron ayer al amanecer a la población palestina recordándoles que la noche anterior había empezado el mes sagrado del Ramadán y que su obligación, de acuerdo con el Corán, era la de ayunar durante todo el día, hasta la puesta del Sol.El llamamiento a voz en grito de los religiosos musulmanes, con el que se reemplaza al tradicional y ya casi olvidado disparo de un cañón (prohibido según las viejas leyes británicas, que no permiten el uso de la pólvora), coincidió con una proclama de los dos partidos políticos más importantes e influyentes de los territorios autónomos, pidiendo intensificar la Intifada de Al Aqsa.

"Durante el mes bendito del Ramadán la comunidad musulmana se debe unir en el camino de la guerra santa y del martirio para liberar Jerusalén", proclamaba el movimiento integrista Hamás en una octavilla titulada 'Ramadán, un mes para aproximarse a Alá, para la Yihad [guerra santa] e intensificar la resistencia'.

El partido gubernamental, Al Fatah, se sumaba a la convocatoria pidiendo además a la población que acuda en masa durante estos días a la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, para "romper las barreras de la ocupación", que impiden desde hace más de un mes a los menores de 45 años acceder a la Explanada de las Mezquitas.

El inicio de este mes sagrado del Ramadán ha venido precedido en los territorios por un oscuro y polémico incidente, ocurrido en el pueblecito de Habla, en el norte de Cisjordania, donde el destacamento de un puesto de control del Ejército israelí, apostado en una carretera local, abatió a cinco jóvenes palestinos, supuestos miembros de la milicia Tanzim.

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Los servicios de información del Ejército aseguraron que los muchachos iban armados y se dirigían en su coche a atacar un asentamiento cercano. Las autoridades palestinas, sin embargo, desmentieron esta versión, para afirmar que los jóvenes estaban desarmados y que fueron asesinados "a sangre fría", de la misma manera que fueron ejecutados hace una semana otros cuatro jóvenes en un puesto de control de una carretera de Gaza.

"Israel y su Ejército serán castigados", anunció a en tono contundente Ahmad Haza, secretario del partido Al Fatah de la zona, al tiempo que recalcaba que durante varias horas las fuerzas del Ejército israelí "impidieron a las ambulancias de la Media Luna Roja acceder al lugar de los hechos".Marwan Barguti, el jefe de los Tanzim, fue aún mucho más firme al señalar que "Israel pagará por ello el precio más caro pagado hasta la fecha".

Los combatientes palestinos, ofuscados por la ira del incidente, minimizaban ayer las medidas de apaciguamento adoptadas por las autoridades israelíes horas antes, al levantar parcialmente el asedio a Gaza, dejando entrar alimentos y gas butano para cocinar, en deferencia hacia la población musulmana que ayuna, permitiéndole así preparar de una manera más o menos correcta el ftur, la cena que se toma a la puesta del Sol y con la que se pone fin al ayuno.

Esta tensa situación pone en peligro los esfuerzos de los servicio secretos norteamericanos, y muy especialmente de la CIA, que están trabajando para restablecer la cooperación entre las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes, promoviendo todo tipo de contactos y encuentros.

Una primera reunión entre el jefe de la Seguridad Preventiva de Gaza, Mohamed Dahlan, y Abraham Dchter, el responsable del Shin Beth, los servicios de información israelíes en el interior, se celebró el domingo por la noche en El Cairo. Poco después se efectuaron otros encuentros similares entre generales de las dos partes en Cisjordania y Gaza.

"Estas reuniones son una pérdida de tiempo", afirmaba el general palestino Abdel Razzek Majjaida, después de haber conversado con el general israelí Yom Tov Samia, responsable de las tropas en Gaza. Anoche, a pesar del pesimismo reinante, la puerta del diálogo parecía seguir entreabierta.

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