Joan F. Mira dedica un libro de divulgación a la familia Borja
Leyenda negra
Al escritor Joan F. Mira (Valencia, 1939) la atracción por la familia Borja le viene de lejos. En 1996 publicó una reconstrucción novelada de la vida de Roderic de Borja (el papa Alejandro VI) llamada Borja Papa (Tres i Quatre). Y ahora, empapado de los avatares de la familia, fascinado por su rápida ascensión y su no menos estruendosa caída, y preocupado por el ínfimo conocimiento que se tiene de ellos, acaba de publicar Los Borja. Familia y mito, que aparece simultáneamente en catalán y castellano en la editorial Bromera. Los Borja. Familia y mito es un libro de divulgación y coincide en el tiempo con los prolegómenos del proyecto diplomatari Borja, que pretende reunir en 50 volúmenes toda la documentación sobre la saga esparcida en diversos archivos europeos. Editado en gran formato y con un importante aparato fotográfico, el libro de Mira se concentra en acercar los Borja a los lectores sin perder de vista el rigor histórico. A juicio del autor, que acaba de publicar una nueva traducción al catalán de la Divina comedia de Dante (Proa), los Borja "son la principal aportación de nuestro país a la gran historia mítico-cultural europea". No en vano, recuerda, varios de los miembros de la familia "estuvieron situados durante más de 50 años en lo más alto del centro de poder en Roma, que entonces era como decir del mundo entero". Dos Borja fueron papas: Alfons, con el nombre de Calixto III, y el ya citado Roderic. Pero más de 12 de ellos fueron nombrados cardenales. Y todo ello en Roma, "consolidada como capital de la cultura renacentista, que se encontraba en su momento de máxima eclosión y potencia", recuerda.
Los acontecimientos que siguieron al papado de Alejandro VI, la Reforma protestante y la Contrarreforma de la Iglesia católica, tuvieron mucho que ver con el inicio de la leyenda negra que ha perseguido a los Borja hasta no hace mucho tiempo. Ellos representaban "todos los excesos de los pontificados renacentistas", explica Joan F. Mira. Y, a nivel político, "la monarquía hispánica tampoco quiso saber nada de ellos, porque los enfrentamientos con los Reyes Católicos fueron constantes". Ahora bien, el escritor no tiene empacho en decir que "si en vez de ser de Xàtiva los Borja hubieran sido de Sigüenza, se harían congresos constantemente, se les dedicarían calles, estudios e institutos". Para Joan F. Mira, "rescatar la auténtica dimensión de estos personajes es una obligación". Es así como, aunque muchas de las leyendas sobre los Borja no estén justificadas, no es menos cierto que los pontificados de Calixto III y de Alejandro VI no estuvieron exentos de corrupción. Aunque reconoce el reproche, Mira apunta que tanto sus antecesores como Julio II, nombrado papa después de la repentina muerte del sucesor del último papa Borja, "eran igual de corruptos".
