Arafat suspende las negociaciones de paz con Israel y pone condiciones a un cese el fuego

No habrá negociaciones de paz mientras se escuchen los disparos de los soldados israelíes. La Autoridad Palestina anunció ayer oficialmente en Ramala su decisión tajante de no volverse a sentar en la mesa del proceso de paz mientras continúen los incidentes. No obstante, ayer se produjeron contactos entre ambas partes, gracias a la mediación de EE UU y España, para intentar lograr un alto el fuego. Arafat está dispuesto a aceptar el acuerdo con la condición de que el Ejército de Israel retire sus tanques de los alrededores de las ciudades palestinas, según fuentes israelíes.

Según la radio estatal La voz de Israel, Arafat exige que las tropas israelíes se retiren de las zonas de fricción y la creación de una comisión investigadora (aparentemente internacional) sobre los hechos ocurridos el jueves pasado en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, cuando comenzaron los enfrentamientos.La respuesta israelí fue negativa y anoche continuaban los tanteos diplomáticos. Según dijo David Zisso, portavoz del primer ministro israelí, Edhud Barak, su país "está dispuesto a cesar el fuego en cualquier momento si los palestinos hacen lo mismo, pero no acepta ninguna condición".

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, habló ayer por la tarde con Barak y con Arafat, a quienes ofreció su colaboración para facilitar contactos entre ellos que permitan superar el conflicto con, de momento, el cese el fuego, según confirmaron fuentes de la Presidencia del Gobierno. Aznar telefoneó a Barak y a Arafat y se interesó por los acontecimientos ocurridos en los cuatro últimos días en los territorios de Cisjordania y Gaza, donde el número de muertos en los enfrentamientos se eleva a al menos 32 y el de heridos supera el millar.

En opinión del presidente del Ejecutivo español, hay que "evitar provocaciones en los santos lugares y no caer en las provocaciones de los extremistas de ambas partes que pretenden arruinar el proceso de paz".

La oficina del ministro de Exteriores en funciones de Israel, Shlomo Ben Ami, informó de que Aznar había recibido un mensaje de Arafat en el que le anunciaba un alto el fuego y el fin de los enfrentamientos para las siete de la tarde de ayer (hora peninsular española), sin embargo, el alto el fuego no se dio y quedan pendientes las condiciones que ambas partes exigen al contrario.

De hecho, el Gobierno autónomo ha dejado al mismo tiempo entreabierta la opción de tomar las armas contra Israel. Yasir Arafat advirtió de que contemplaba "todas las opciones", incluida la de la guerra, para hacer frente a Israel, según una entrevista publicada por el diario saudí Okaz. En esas declaraciones, el líder palestino dijo: "Estoy obligado a abandonarlas". "Nosotros buscamos siempre la paz, pero, si nos vemos obligados a defendernos, lo haremos", aseguraba, antes de añadir: "Todas las opciones permanecen abiertas" (...) "la historia está llena de sacrificios".

Las posturas aparentemente radicales de la Autoridad Palestina parecen coincidir con la adoptada por parte de los movimientos extremistas, especialmente por los integristas islámicos de la Yihad Islámica y de Hamás, quienes en las últimas horas han reclamado en sendos comunicados emitidos desde Gaza la paralización de las negociaciones de paz. Ambos propugnan la "guerra santa como única manera para preservar los santos lugares de Jerusalén". De paso, pidieron la renuncia de Arafat.