La represión israelí eleva a decenas los muertos en la Intifada palestina
Aznar media entre Arafat y Barak para acordar un alto el fuego
La represión de las fuerzas de seguridad de Israel contra la nueva Intifada palestina se cobró ayer al menos nueve muertos, incluidos dos niños y un soldado israelí, en una ola de violencia que suma ya al menos 29 víctimas mortales. El conflicto amenaza con escapar al control del primer ministro israelí, Ehud Barak, y del presidente palestino, Yasir Arafat. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, medió ayer entre ambos líderes para lograr un alto el fuego y salvar el proceso de paz.
Los enfrentamientos más cruentos se registraron en la ciudad de Nablús, en Cisjordania, donde las tropas israelíes abrieron fuego desde helicópteros contra los manifestantes palestinos, mientras columnas de carros de combate y blindados bloqueaban los accesos a las zonas controladas por la Autoridad Palestina en Gaza y Cisjordania. Entre las víctimas mortales figuraba un niño de siete años que recibió un balazo en pleno corazón mientras contemplaba los enfrentamientos en el tejado de su casa. Ante la sangrienta escalada de la Intifada, Arafat rompió ayer formalmente las negociaciones de paz con Israel y amenazó con reanudar la guerra. Estados Unidos y la UE llamaron a mantener la calma. Un portavoz palestino dijo anoche que la Autoridad Palestina había aceptado "con condiciones" una oferta israelí de alto el fuego.
