_
_
_
_
_
GOLPE AL PROCESO DE PAZ

Arafat acusa a los soldados israelíes de "tirar a matar" a los palestinos

Barak replica que sus tropas están dando muestras de "dominio de sí mismas" y "control"

El presidente palestino, Yasir Arafat, acusó ayer a los soldados israelíes de "tirar a matar" a los palestinos en los incidentes acaecidos el viernes en la Explanada de las Mezquitas y ayer en diferentes localidades de los territorios autónomos. El líder palestino se entrevistó en la mañana de ayer con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en una fugaz visita a El Cairo. En el curso de la entrevista, Arafat aseguró que "los soldados israelíes tienen instrucciones de apuntar a la cabeza de los fieles palestinos", según informó a la prensa el secretario general de la Liga Árabe, Esmat Abdel Meguid.

Más información
El estallido de violencia en Cisjordania y Gaza amenaza el proceso de paz

El primer ministro israelí, Ehud Barak, intentó desmentir las imputaciones afirmando que sus tropas estaban haciendo prueba de "dominio de sí mismos" y "control". Arafat trató de confirmar las acusaciones vertidas contra el Ejército israelí, mostrando fotos de soldados hebreos apuntando a los palestinos con fusiles equipados con mira telescópica, añadió Abdel Meguid. El líder de la OLP, a mayor abundamiento, aportó asimismo a su interlocutor informes de diversos servicios médicos de Jerusalén Este en los que se asegura que un gran número de ciudadanos heridos habían recibido disparos de bala en partes vitales del cuerpo, especialmente en la cabeza y el estómago.Los balances clínicos de los servicios hospitalarios palestinos recogen, por ejemplo, que entre los 220 heridos ocasionados en el tiroteo de la Explanada de las Mezquitas el pasado viernes 29 de septiembre, hay 15 heridos graves con disparos en la cabeza, otros siete con pérdidas totales o parciales de visión por haber recibido impactos de bala en la zona ocular, así como un número indeterminado con heridas en estómago y bajo vientre.

Mujeres y niños

Las quejas de Yasir Arafat son compartidas por los testigos de los tiroteos, especialmente los de Jerusalén, que ayer, estremecidos por el dolor y la indignación, repetían a cualquiera que quisiera escucharles, especialmente a la prensa extranjera: "Tiran a dar, tiran a dar; no les importa que estén indefensos o que sean mujeres o niños; nos tiran a matar".El primer ministro israelí, Ehud Barak, insistió, por su parte, en que sus soldados "estaban decididos a mantener el orden y a proteger a sus ciudadanos". El jefe del Ejecutivo hebreo reiteró estas opiniones al presidente egipcio, Hosni Mubarak, en el transcurso de una conversación telefónica que ambos mantuvieron por la mañana. En medios gubernamentales israelíes se insistía ayer en la profesionalidad y capacidad de las fuerzas israelíes, asegurando que habían utilizado "medios proporcionados" a los ataques y que en los últimos meses los mandos militares habían impartido instrucciones a las tropas para que usaran técnicas antidisturbios que no supusieran daños innecesarios para los manifestantes.

En esta misma línea se recordaba que el Ejército distribuyó tiempo atrás a los colonos judíos material antidisturbios como gases y balas de goma para que lo utilizaran, en lugar de armas de fuego, en el caso de que los asentamientos fueran asaltados por los palestinos.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Pero ninguna de estas excusas convenció ayer a la Organización de la Conferencia Islámica, que denunció, en un comunicado emitido desde Arabía Saudí, "la carnicería" de la Explanada de las Mezquitas, asegurando que se trató de "un acto criminal premeditado" en el que participaron, según informes oficiales palestinos, más de 3.000 soldados y policías israelíes.

El comunicado de condena de la Organización de la Conferencia Islámica, que agrupa a 56 países, analizará próximamente, a través de una de sus organizaciones, el Comité Al Qods -presidido por Marruecos-, lo sucedido en Jerusalén. Pero antes de que se efectúe ese debate se celebrará una reunión extraordinaria de la Liga Árabe, que ha convocado una sesión de urgencia para hoy en El Cairo a nivel de embajadores, según aseguró ayer su secretario general, Esmat Abdel Meguid.

"La matanza de las mezquitas"

Las acusaciones de Yasir Arafat fueron aireadas ayer en las calles de numerosas ciudades árabes, donde se desarrollaron manifestaciones de repulsa y protesta contra la actuación del Ejército israelí. Los estudiantes de Alejandría, al norte de Egipto, abandonaron las aulas dando gritos contra la "matanza de las mezquitas", mientras que los palestinos de los campos de refugiados de Saida hacían lo propio y agitaban pancartas con leyendas como "La mezquita de Al Aqsa es árabe y lo será para siempre" o "Sharon, no olvidaremos las matanzas que cometiste en Sabra y Chatila", en referencia a la represión militar contra los palestinos de septiembre de 1982, cuando Sharon era ministro de Defensa israelí.Las fuerzas radicales palestinas están consolidando un frente común, capitaneadas por los refugiados en Damasco (el Frente Popular para la Liberación de Palestina), que, junto con los dirigentes de los dos movimientos fundamentalistas más importantes, Yihad Islámica y Hamás, invitaron ayer a sus partidarios a "continuar la lucha hasta expulsar a los ocupantes", recuperar Jerusalén y poner fin a las "absurdas negociaciones de paz" que "sirven para agredir a nuestro pueblo".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_