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Reportaje:SALUD

El desarrollo de los servicios médicos por Internet

Las empresas que ofrecen una segunda opinión e incluso diagnóstico a través de la Red despiertan recelos

Las empresas de Internet que empiezan a proliferar en España ofreciendo segundas opiniones médicas on line no están topando con problemas a la hora de reclutar a especialistas de renombre internacional que se presten a entrar en el negocio. Pero los médicos son conscientes de las inquietudes que la tecnología genera entre los pacientes cuando lo que está en juego es la salud. El temor a que en la Red quede mermada la confidencialidad de los datos de los enfermos y la resistencia a establecer una relación despersonalizada con el médico retienen a los pacientes internautas. Una cosa es buscar información y otra buscar diagnóstico. Estas preocupaciones marcan, de momento, claros límites a las oportunidades que las nuevas tecnologías brindan a la medicina.

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Una mayoría, a favor

¿Cómo se dejan persuadir especialistas de renombre internacional y agenda apretada para participar en un consultorio virtual montado por un puñado de jóvenes MBA (Master en Business Administration) relativamente ajenos a la medicina y que viven al otro lado del planeta? El doctor Edson Pontes, profesor de Urología de la Universidad de Detroit y especialista en cáncer de vejiga, dice que aceptó "casi de inmediato" formar parte del consultorio en la red de médicos de habla hispana montado por la empresa Centro Médico Virtual (CMV) porque conocía bien a quien hizo de puente, la Fundación Puigvert de Barcelona.Pero le empujó también otra razón: "Yo tengo 56 años. Son los chicos jóvenes quienes están tomando las riendas. Los médicos tradicionales tenemos que adaptarnos y hacer mejor la medicina gracias a la tecnología. Como toda tecnología, ésta tiene también sus críticos, pero que los enfermos tengan más información no es más que hacerles la vida más fácil", dice.

Miedo en la Red

Desde Chicago, el doctor Andy Kanner -que trata, entre otros, casos de epilepsia, y que fue captado por la misma clínica virtual a través de su colega de especialidad Santiago Arroyo, del Centro Médico Teknon de Barcelona- explica que hizo un hueco en su tiempo para poder explorar los aspectos transculturales de la neurología y comparar tratamientos en Europa y Estados Unidos con pacientes de los dos lados del Atlántico.

Kanner resume el sentir general de muchos colegas de profesión cuando advierte de que la tecnología debe usarse de modo muy escrupuloso. "El análisis de cada caso tiene sus limitaciones, ya que nos basamos sólo en un cuestionario que rellena el paciente. No podemos considerar las segundas opiniones por Internet como un verdadero diagnóstico y sería trágico que se acabara tratando a pacientes vía correo electrónico".

En España, las autoridades sanitarias declinan, por el momento, pronunciarse sobre la cuestión y pasan la pelota a los médicos para que sean éstos quienes decidan sobre la validez de las opiniones de especialistas contrastadas a distancia mediante las nuevas tecnologías.

El Colegio de Médicos de Barcelona ya ha tanteado a sus miembros sobre su disposición a recibir consultas de los pacientes a través de Internet. De la encuesta, publicada en la web del colegio, se deduce que una significativa mayoría de los médicos (un 59%) contempla con buenos ojos las consultas on line, aunque un 36% las rechaza y un 5% todavía no tiene formada una opinión clara al respecto.Las reticencias de parte de la clase médica se centran en el uso que pueda hacerse de la tecnología. "Lo más importante de estas segundas opiniones es que no se destruya la confianza del paciente en el médico que lo está tratando. El médico consultado ha de ser consciente de que puede destruir esta confianza. A través de un formulario en una página web sólo se puede dar una opinión generalizada, cuando la decisión final sobre un caso debe ser muy personalizada. Debe tomarla el médico que lleva al paciente", enfatiza Marc Aureli Broggi, jefe del servicio de Cirugía del hospital Can Ruti de Badalona (Barcelona).

Otros de los riesgos planteados por Broggi hacen referencia a la dosificación de la información que recibe un paciente con una enfermedad grave: ¿cómo preparar psicológicamente al paciente sobre la enfermedad que padece con una única respuesta, sin diálogo?; ¿y cómo manejar en Internet la costumbre, tan extendida en la cultura latina, de que sean los familiares quienes sondeen el parecer del médico incluso antes que el propio paciente? ¿Pueden realizar consultas on line los familiares sin arriesgar la confidencialidad del paciente?

Por su autoridad en cuestiones de ética, Broggi fue sondeado antes del lanzamiento de Centro Médico Virtual por sus fundadores: el director general y médico especialista en Nefrología y Gestión Sanitaria, Pedro Torrabadella, y los gerentes Carlos Nueno y Marc Subirats, ambos MBA por Iese. Los tres insisten en que las segundas opiniones "no son una sentencia, ni pueden usarse, por ejemplo, en un tribunal. Pero sí dan luces, educan, dan más elementos de juicio. Obviamente, sin visitar a un paciente, hoy por hoy, no puede hablarse de diagnóstico".

Aunque clínicas virtuales como ésta hagan bandera de la confidencialidad (la consulta se hace en su página web, no por e-mail) y de la independencia respecto de compañías aseguradoras y laboratorios farmacéuticos, todo apunta a que llevará cierto tiempo que los pacientes se lancen a casar la tecnología con algo tan sensible como su salud, aunque sólo sea para informarse sobre ciertas enfermedades.Una encuesta de Cyber Dialogue realizada este verano revela que la creciente preocupación por la salud no impide que 37 millones de internautas se nieguen a buscar en la Red información relacionada con las enfermedades, ni que 6,3 millones de personas que sí están dispuestas a hacerlo se frenen por miedo. Temen que sus datos personales no estén suficientemente protegidos, y les preocupa que caigan en manos de empresas aseguradoras que puedan basarse en una enfermedad para limitar la cobertura de un seguro, o encontrarse con limitaciones a la hora de buscar un trabajo."Las segundas opiniones están bien, ayudan, evitan desplazamientos y reducen costes. Pero creemos que tardarán en expandirse, al menos en España. Hay muchas reservas que vencer, sobre todo las referidas a la confidencialidad", señala Miguel Pérez, presidente de la Asociación de Usuarios de Internet (AUI).

Informaciones como las surgidas en el último Congreso Mundial Interdisciplinar sobre la Columna Vertebral, celebrado a finales de agosto en Berlín, no ayudan a que los pacientes ganen confianza.

Los expertos reunidos en este foro concluyeron que sólo un 15% de la información sobre salud disponible en la Red es fiable. El 85% restante no se basa en métodos científicos rigurosos. Y eso que en la Red se publican anualmente 35.000 revistas médicas y cinco millones de artículos

Apoyo de médicos locales

Con este panorama por delante, las clínicas virtuales, conscientes del problema, se esfuerzan por distinguir sus servicios de la aparentemente poco fiable marea informativa que ofrece Internet. "Nosotros no reforzamos la relación Internet-paciente, sino la relación médico-paciente. Nuestra organización se dirige a pacientes de todo el mundo, tengan o no acceso a Internet", subraya Pedro Márquez, director de la empresa Círculo Blanco. Esta clínica virtual sí plantea ofrecer auténticos contrastes de diagnóstico, gracias a una doble red de médicos: una red de especialistas homologados locales (esperan contar con 250 al finalizar el año), distribuidos por distintas comunidades autónomas y que pueden hacer de puente entre el paciente y una segunda red de prestigiosos especialistas de todo el mundo. Círculo Blanco cuenta con servicios de traducción para los casos en los que los especialistas no sean de habla española.

Los médicos locales se encargan de hacer acopio del historial clínico del paciente y de todas las pruebas que el segundo especialista pueda necesitar para responder a la solicitud de un segundo diagnóstico. "Es como una sesión clínica. El paciente no se siente solo", dice Márquez. Círculo Blanco, que se lanzó a principios de julio pasado, ha realizado hasta ahora 34 servicios.

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