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Entrevista:HOWARD TYNER - DIRECTOR DEL 'CHICAGO TRIBUNE'

"El periodista tiene que pensar siempre en multimedia"

El director del diario Chicago Tribune, Howard Tyner, es un profesional connvencido de que ha de desarrollarse una nueva generación de periodistas que piense más allá de lo establecido. Lo dijo ayer ante los asistentes a uno de los cursos de la Universidad Complutense: "Necesitamos editores y reporteros que se sientan cómodos trabajando con textos, imágenes y sonido en su trabajo diario, en lugar de permanecer anclados en lo que han hecho siempre". Más tarde, el hombre que dirige el Chicago Tribune, un periódico con 153 años de historia, recibió a EL PAÍS para detallar el contenido de la experiencia que está llevando a cabo en su diario. Todo un proceso de cambios, en los que Tyner reconoce que se siente "como una rata en un laberinto" porque el periodismo multimedia es algo que "se va inventando sobre la marcha" y aún hay más interrogantes que respuestas. Esta primavera el Tribune compró Times Mirror Company, la editora de Los Angeles Times y otras cabeceras.

Pregunta. ¿Cómo funciona la redacción del Chicago Tribune?

Respuesta. Es un centro de operaciones que recibe contenidos multimedia, que luego son distribuidos en diferentes soportes.

P. ¿Cómo empezó la era multimedia en el Chicago Tribune?

R. En 1992 el periódico adquirió una televisión por cable que emitía noticias de Chicago durante las 24 horas. Cuando los editores veían una noticia en el televisor de su despacho llamaban a uno de los redactores para que cubriera la información. La agenda de los medios es muy amplia. Un día alguien pensó que se podían cubrir más acontecimientos si en vez de enviar dos periodistas a un lugar, se repartía el trabajo entre las dos redacciones, según las necesidades técnicas de cada acontecimiento. Más tarde se fueron añadiendo al proyecto la versión digital del periódico y estaciones de radio y televisión.

P. Pero ¿cómo funciona el sistema en la práctica, a diario?

R. En las redacciones hay un lugar donde los periodistas colocan sus contenidos para que los demás los usen adaptados a su medio. La estrategia es recabar los contenidos una sola vez y luego distribuírselos a los consumidores tantas veces y a través de tantos canales diferentes de información como sea posible. La clave es presentar la información en el formato que prefieran los clientes; para ello se utilizan alianzas y promociones cruzadas que arrastren al usuario de un canal a otro.

La calidad de cada medio mejora si todos trabajan conjuntamente en lugar de ir cada uno por su cuenta. Yo soy director de un periódico, pero también gestiono un negocio de información y sé que las sinergias ofrecen ventajas en un mercado competitivo.

P. ¿Y no hay problemas para aplicar estos métodos?

R. La interrelación es compleja. Pocos directores de periódicos o programadores de televisión aceptan que su negocio vaya a mejorar aprovechando recursos de otros medios, porque cada uno cree que su forma de hacer las cosas es la mejor. Hay quien cree que dedicarse a hacer información multimedia les distrae de su verdadero trabajo y quien ve en ello una amenaza para su puesto.

La diferencia entre los medios es que tienen un ritmo de trabajo distinto, porque unos trabajan con hora límite de cierre y otros, como Internet o los canales de 24 horas, no cierran nunca. También es distinto el lenguaje que utiliza cada medio. El periodista multimedia tiene que ser polivalente. Otra duda que se nos plantea es hasta qué punto un periodista que escribe información objetiva en el periódico puede ser aprovechado por la televisión en su calidad de experto como comentarista que da opiniones subjetivas.

P. Más trabajo para menos gente. Puede ser bueno para las empresas, pero ¿qué compensaciones tendrá ese periodista multimedia que habrá de recoger y elaborar información para distintos medios?

R. Los periodistas tienen que acostumbrarse a pensar todo el tiempo en multimedia, a sentir que su trabajo debe llegar a la mayor cantidad de gente posible y que cada persona elige el medio por el que prefiere recibir su información. El periodista tiene que olvidarse de que trabaja para prensa escrita, radio o televisión y decirse: "Soy un periodista y lo que hago son noticias". Si se paga un salario extra por trabajar así, nunca se alcanzará esa mentalidad. Lo que nosotros hacemos es pagar un sueldo extra a quienes trabajan en medios distintos fuera de su horario habitual.

P. ¿Y qué pasará con el que escribe muy bien pero no sabe hablar con soltura o es incapaz de manejar una cámara?

R. No creo que todos los periodistas del futuro tengan que hacer de todo. Ahora hay un grupo reducido de gente que es capaz de escribir y hablar. El objetivo es que este grupo sea cada vez más amplio, pero siempre habrá un sitio para los especialistas que prefieran mantenerse en un solo medio. Ocurre lo mismo con los contenidos. Una buena historia de tres páginas que funciona bien en un periódico no tiene sentido llevarla a televisión o a Internet.

P. ¿Este mismo modelo funciona en la captación de publicidad?

R. No, ahí tenemos un grave problema. Las grandes empresas siguen prefiriendo colocar sus anuncios por separado en prensa, radio o televisión en lugar de interesarse por paquetes globales. Hemos perdido millones de dólares, pero nos estamos preparando para el futuro. La ventaja de trabajar en una gran empresa es que te permite tener pérdidas.

P. ¿Y se puede difundir una exclusiva en Internet en lugar de guardarla para el día siguiente?

R. Lo más importante es atender a lo que pide el mercado, que cada vez tiene más medios para demandar información inmediata. Pero hay dos tipos de exclusivas. Le pongo un ejemplo. Si yo pongo a tres redactores a trabajar seis meses en una historia, aprovecho la promoción cruzada: pongo un sumario en Internet y emplazo a los lectores a leer la información completa al día siguiente en el periodico. Pero si tengo una exclusiva que la competencia me puede copiar con solo hacer una llamada, como puede ser una declaración de algún personaje, entonces me la guardo hasta el día siguiente.

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