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La Universidad de Alicante crea una fundación para gestionar el saber de su potencial humano

Dirección general de Desarrollo Institucional, nuevo cargo ligado al desarrollo cualitativo

Superada la fase de desarrollo cuantitativo, le toca el turno al diferencial cualitativo. La Universidad de Alicante ha decidido rentabilizar su potencial humano y ponerlo al servicio de la sociedad, y para ello ha creado la figura del director general de Desarrollo Institucional, figura encargada de diseñar una estrategia adecuada para gestionar los conocimientos de una plantilla integrada por 2.000 docentes e investigadores. Esa misión le corresponde a Luis Ramos, ex gerente y nuevo director general, que ya ha anunciado la creación de una fundación que supervisará toda labor de la institución académica al margen de la docencia, e incentivará a la plantilla para responder a las demandas sociales.

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El concepto de universidad que tiene en mente el equipo rectoral de Alicante dista mucho de un centro académico al uso. Configurar un nuevo modelo a largo plazo, en términos de calidad, requiere una puesta en común de todos los departamentos, escuelas, facultades y centros. Se parte de la base de que 2.000 docentes e investigadores configuran un potencial "inmenso" de conocimientos, y es necesario poner ese saber al servicio de la sociedad. "Entramos en una etapa cualitativa", aventura el primer director general de Desarrollo Institucional del centro, Luis Ramos.¿Cómo hacerlo? En principio, con la creación de una plataforma que esté en contacto directo con las demandas sociales que puede cubrir ese potencial. El instrumento primero será una fundación, que entrará en funcionamiento antes de finalizar el año, que gestionará cuanto exceda de la labor docente propiamente dicha y gestionará ese saber del que se habla desde una perspectiva amplia. "Se trata de configurar un nuevo modelo de desarrollo universitario en términos de calidad y servicio, que irá a cargo de la financiación ordinaria", apunta Ramos. Es decir, que la puesta en marcha y desarrollo de esa fundación y cuantos órganos se estimen necesarios para exportar al sistema productivo el potencial humano de la universidad, no requerirá mayores esfuerzos presupuestarios de la Administración autonómica. "Con las aportaciones ordinarias y los recursos extraordinarios de las instituciones europeas, en el plazo de diez años se notarán los resultados", asegura el director general.

Para Ramos, se propone un paso adelante hacia la universidad global, "en la que la gestión del saber es fundamental como estrategia de futuro, así como incentivar a los colectivos universitarios para que se pongan manos a la obra más allá de la docencia de calidad, que se da por sentada". Con un campus consolidado y una ampliación en marcha con el desarrollo del Parque Científico del Mediterráneo, "toca un crecimiento cualitativo ordenado y firme", que se traduce en dar mayor utilidad a los medios humanos y materiales de la institución académica.

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