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Ruiz-Gallardón reclama un acuerdo para ampliar la edificabilidad en el plan de ampliación de la Castellana

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, cree urgente un acuerdo urbanístico entre las administraciones públicas para ampliar la edificabilidad prevista en el Plan General de Madrid para el ensanche de la Castellana (conocido como Operación Chamartín). El proyecto, consistente en ampliar tres kilómetros hacia el norte el paseo de la Castellana cargando el suelo recalificado de viviendas (unos 14.000 pisos), oficinas, parques, equipamientos y puentes para cruzar la M-30 y la M-40, lleva más de cuatro años empantanado desde que firmarán un acuerdo el ministro de Fomento, entonces Rafael Arias-Salgado; el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y el propio Ruiz-Gallardón.

Las tesis regionales para este proyecto, que aún no han conseguido imponerse, defienden la financiación de todas las infraestructuras públicas con dinero privado. Y para que la financiación privada, que adelantará Argentaria, asuma el coste de todas las infraestructuras públicas, necesita garantizarse un negocio suficiente en el resto de los terrenos, para lo que es necesario aumentar la edificabilidad prevista por el Ayuntamiento de Madrid en su Plan General (0,6 metros cuadrados de ladrillos por cada metro cuadrado de terreno). El gobierno de José María Álvarez del Manzano acabó aceptando subir esa edificabilidad hasta 0,75 metros, pero nunca se ha aprobado y la obra sigue en el dique seco.El Gobierno regional propuso levantar 12 hitos arquitectónicos (rascacielos) en el ensanche de la Castellana. Al alcalde de Madrid le disgustan los rascacielos.

Ruiz-Gallardón recordó ayer en una conferencia sobre Madrid como centro de negocios que la capital tiene tres operaciones clave en Chamartín, Campamento (construcción de un nuevo barrio en los terrenos ocupados por el Ejército) y Barajas (desmantelamiento del aeropuerto para creación de un nuevo ensanche residencial en la capital).

Respecto a Chamartín, explicó a los empresarios que su Gobierno pretende elevar la edificabilidad de la zona para que sea el mercado el que financie toda la operación, sin que las administraciones públicas tengan que poner dinero.

El presidente regional señaló que el alcalde que proyecte las tres operaciones urbanísticas más ambiciosas de los próximos años (Chamartín, Campamento y Barajas) pasará a la historia "como los alcaldes que han llevado a cabo importantes desarrollos en sus ciudades, como el caso de Barcelona".

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