Los sindicatos convocan un paro indefinido en los autobuses desde el próximo día 12

Los sindicatos del transporte de viajeros por carretera han lanzado un órdago a la patronal del sector. UGT, CC OO y USO anunciaron ayer la convocatoria de un paro indefinido en los autobuses a partir del próximo día 12 si no consiguen las peticiones de aumento salarial y reducción de la jornada laboral en el convenio colectivo regional. La última jornada de huelga se saldó ayer con un paro total de las líneas, con el consiguiente incumplimiento de los servicios mínimos, fijados en el 40%. Unos 300.000 usuarios se vieron obligados a buscar otro medio de transporte.

Los sindicatos convocantes del paro solicitan una subida salarial de 10.000 pesetas brutas al mes y la reducción de la jornada laboral. Ahora, cada chófer hace 1.826 horas al año y piden reducir esta cantidad en 52 horas (una por semana) durante este primer año y otras tantas en 2001. Además, piden la equiparación de las tablas de pluses y de valoración de antigüedad entre los trabajadores de los servicios discrecionales y los de líneas regulares. Los conductores de autobuses cobran entre 130.000 y 150.000 pesetas de sueldo base.Los representantes sindicales optaron por la huelga indefinida ante "la pasividad que ha mostrado la patronal" por no llamarles a negociar durante los paros de los dos últimos días, según señaló el responsable del sector en UGT-Madrid, Abel Gómez. De todos modos, reconocen que "siempre" habrá tiempo de retirar la convocatoria de paros en caso de que se llegue a un acuerdo en el convenio colectivo. "No se trata de una postura radical, sino de demostrar de una vez que existe un problema y que la patronal parece que no quiere resolverlo", señaló Abel Gómez.

El responsable de UGT-Madrid lamentó los efectos que la huelga está causando a los usuarios y ofreció una fórmula para que no resultaran perjudicados los viajeros. Se trata de que trabajen todos los conductores y que sus sueldos sean ingresados en la cuenta de una organización no gubernamental.

"Esta fórmula la propusimos antes de estos dos días de paro y la patronal lo rechazó porque crearía un precedente que no les interesaba. Ahora lo mantendremos ante el Instituto Laboral, para que se demuestre ante la opinión pública que los conductores no queremos fastidiar a los viajeros", explicó Abel Gómez.

Tres lunas rotas

La última jornada de huelga se saldó con un paro cercano al 100% en las líneas de autobuses. Los trabajadores se concentraron en las puertas de las cocheras e impidieron la salida de los autobuses. No actuaron los piquetes, ya que los conductores no se presentaron a sus puestos, con el consiguiente incumplimiento de los servicios mínimos. Según informó la Delegación del Gobierno en Madrid, sólo hubo tres lunas rotas. Dos de ellas se produjeron en dos autocares de la empresa Autobuses Urbanos del Sur, con sede en Getafe. Los vehículos regresaron a la base.

La Delegación del Gobierno mantuvo ayer el dispositivo de vigilancia en toda la región. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil vigilaron las principales estaciones, los intercambiadores de transportes y las cocheras de las empresas más importantes del sector para evitar posibles enfrentamientos entre los piquetes y los trabajadores.

En los garajes de la empresa De Blas, de Alcorcón, se concentró medio centenar de conductores, lo que impidió cualquier servicio mínimo. Los sindicalistas los consideraron "excesivos y abusivos", además de no ser negociados con los comités de empresa.

El subdirector de la Asociación Provincial de Transportes Colectivos Urbanos y Líneas de Viajeros de Madrid (Asintra), Rafael Barbadillo, calificó como "inalcanzables" las exigencias de los sindicatos, ya que en conjunto supondrían un 18% de subida salarial. "No hay ningún convenio colectivo en toda España firmado en esas condiciones", señaló Barbadillo a Efe.

"Irresponsabilidad sindical"

El subdirector de Asintra anunció que el mañana, lunes, habrá una reunión de la patronal del sector (Fenebús y Asintra) para estudiar la situación y abrir expedientes a los trabajadores por incumplir los servicios mínimos fijados por el Consorcio Regional de Transportes. Durante las jornadas de huelga de los días 8 y 9 de junio se incoaron 600 expedientes por este motivo.

Rafael Barbadillo calificó de "irresponsabilidad de los sindicatos" el haber dado lugar a esta situación de huelga y les recordó que las empresas de transporte de viajeros interurbanas por carretera "viven una situación económica crítica".

La patronal ha ofrecido a los trabajadores un aumento salarial similar al índice de precios al consumo (IPC) más un punto.