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La 'batalla' de las Bardenas

El delegado de Defensa en Navarra reconoce que el ministerio quiere prorrogar el contrato del polígono de tiro

El polígono de tiro de las Bardenas Reales, enclavado en el centro de uno de los tres parques naturales de Navarra, es el único campo de tiro en activo del Ejército del Aire español. El convenio para su uso, firmado hace medio siglo, finaliza en junio de 2001. Aunque todos los partidos navarros han expresado en repetidas ocasiones su deseo de que no se renueve, los opositores al polígono ven día a día cómo aumentan los indicios de que el contrato de arrendamiento se puede prorrogar en aras al interés de la defensa nacional.De nada valdrán los pronunciamientos categóricos del Parlamento navarro ni de las Cortes aragonesas contra la peligrosidad del polígono, de reducidas dimensiones (2.244 hectáreas) y frecuentes accidentes (28 siniestros con 21 fallecidos), si al final el único organismo facultado jurídicamente para prorrogar el contrato decide hacerlo. Esa entidad no es otra que la Junta General de Bardenas Reales, una entidad local mancomunada de 22 ayuntamientos de la zona que, a pesar de contar con representantes de siete fuerzas políticas, es controlada férreamente por su presidente, José Antonio Gayarre, ex diputado de UPN y uno de los hombres fuertes del partido del presidente regional, Miguel Sanz.

El habitual distanciamiento de Gayarre con respecto a la voluntad mayoritaria de la sociedad navarra, expresada por el Parlamento foral de manera unánime en repetidos acuerdos, no es el único indicio de que UPN prepara la prórroga del mismo contrato que rechaza en el foro parlamentario. En una reciente visita a Ejea de los Caballeros (Zaragoza), el presidente Sanz ya aventuró que la voluntad popular no podría anteponerse a los intereses de la defensa nacional.

En ese mismo municipio, a escasos dos kilómetros del casco urbano, se produjo el pasado 13 de marzo el último accidente de dos aviones de guerra, suceso en el que pereció el piloto de uno de los F-18 que colisionaron en vuelo cuando regresaban a Zaragoza tras realizar maniobras sobre el polígono.

José Antonio Gayarre, cuyas polémicas actuaciones han provocado varias comisiones informativas del Parlamento navarro, insistió el pasado día 17 en que sólo la Junta que él preside está facultada para decidir si se sigue bombardeando o no en uno de los ecosistemas más singulares de Navarra.

"Cosas que necesitamos"

Ese día, Gayarre acudió al Gobierno Militar de Navarra, en Pamplona, a la toma de posesión del nuevo delegado del Ministerio de Defensa en la comunidad foral, el coronel Luis Lezana, ex jefe de la Policía Foral de Navarra en la década los ochenta. Lezana destacó la buena relación personal que mantiene con Gayarre y reconoció que Defensa está interesada en prorrogar el contrato.

"Sabemos las necesidades de infraestructuras que tienen las fuerzas armadas, campo de tiro incluido", subrayó Lezana, "y no es fácil que nadie ofrezca un campo de tiro. Nadie lo quiere", reconoció el delegado de Defensa, "como nadie quiere una cárcel o un vertedero en su territorio, pero son cosas que necesitamos", concluyó.

El Ejército del Aire ya consideró inviable la búsqueda de un campo alternativo tras los fracasos de Anchuras y Cabañeros. O deja sin polígono de entrenamiento al Ejército del Aire o renegocia el contrato de alquiler de Bardenas, por el que actualmente abona algo más de 70 millones de pesetas. Algunos partidos navarros advirtieron de la posibilidad de que Defensa iniciara un proceso de expropiación forzosa de los terrenos si la Junta se niega a renovar el contrato. Ésta no ha recibido aún ofertas concretas de Defensa.

José Antonio Gayarre es, por otro lado, un controvertido dirigente político de UPN cuya dimisión al frente de la Junta de Bardenas han pedido numerosos partidos, incluido el PSN-PSOE. El pasado mes de febrero ordenó que se prohibiera entrar en el terreno bardenero a guardas de Medio ambiente del propio Gobierno foral, actuación sancionada por el Departamento de Medio Ambiente. Gayarre alegó que los guardas gubernamentales mantienen buenas relaciones con grupos ecologistas, lo cual había provocado algunos roces anteriores con la Junta.

Aunque UPN y PSN, los dos partidos mayoritarios en el Parlamento y en la propia Junta, han reiterado que Navarra ya ha contribuido suficientemente a la defensa nacional siendo bombardeada día y noche durante 50 años por el Ejército del Aire español y las fuerzas aéreas de la OTAN, sus pronunciamientos no tranquilizan a los colectivos que más han trabajado por la desaparición del campo de tiro. Estos grupos recuerdan que el Parlamento foral, con los votos de UPN y CDN, excluyó la zona de tiro de la protección legal del parque de Bardenas.

Una treintena de esos grupos, encabezados por la denominada Asamblea antipolígono y apoyados por partidos políticos como EH, IU, EA, PNV y Batzarre, grupos ecologistas y pacifistas y diversos sindicatos, han decidido aumentar la presión contra el campo de tiro al inicio del último año de contrato en vigor del contrato, comenzando con una manifestación celebrada en Pamplona el sábado y que reunió a unas 500 personas y la tradicional marcha anual hasta la base militar de Bardenas, el 4 de junio. La batalla de las Bardenas no ha hecho más que comenzar.

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