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Los Verdes seguirán en el Gobierno alemán aunque se exporten tanques a Turquía Su congreso pone de manifiesto el precario equilibrio entre sus tres ministros y las bases

Pilar Bonet

Los verdes alemanes decidieron ayer, por escaso margen, no arriesgar la coalición gubernamental con el Partido Socialdemócrata (SPD) a causa de una eventual exportación de tanques Leopard a Turquía. En el congreso, que se celebraba en Karlsruhe, los delegados rechazaron por 305 votos en contra, 296 a favor y 19 abstenciones, una moción que amenazaba con romper la coalición gubernamental si se producía una exportación de tanques, aunque fuera mínima. La fragilidad del equilibrio entre los tres ministros verdes y las bases del partido quedó patente.

Fueron nueve los votos de ventaja que obtuvieron los partidarios de los compromisos o "realos", pero sirvieron para mostrar tal fragilidad, porque las bases del partido siguen ancladas a posiciones pacifistas y tienen dificultades para entender las limitaciones del socio menor del Gabinete."No vamos a poder decir que no a todas las exportaciones de armas. Tendremos que llegar a compromisos", había dicho el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, el viernes por la noche ante el Congreso."El criterio de los derechos humanos es lo decisivo", agregó, refiriéndose a las directrices de exportación de armas que el Gobierno aprobó el pasado enero, y que prohiben la venta de armas a países que puedan utilizarlas para violar los derechos humanos, lo que, en opinión de los verdes, se aplica a Turquía.

A las tensiones que afloraron ayer en el congreso contribuyó la noticia, filtrada la víspera, según la cual la empresa Krauss-Maffei-Wegmann ha solicitado ya un permiso preliminar para exportar 1.000 tanques tipo Leopard a Turquía. En el horizonte se perfila otro motivo de tensión entre los verdes y el SPD, a saber, otra exportación de tanques a Arabia Saudí, que es respaldada por el ministro de Defensa, el socialdemócrata Rudolf Scharping.

A sus veinte años de existencia, los Verdes alemanes tienen un total de 55.000 militantes y están representados en 10 parlamentos y en 3 gobiernos regionales (de un total de 16). Las elecciones que se han celebrado en los últimos meses muestran una peligrosa disminución de su popularidad. El partido ha alcanzado el "umbral del dolor", señalaba ayer Bärbel Höhn, la ministra de medio ambiente de Renania del Norte-Westfalia, que insistía en la necesidad de defender a fondo el mensaje antinuclear del partido, fundado en enero de 1980 precisamente en Karlsruhe.

La coincidencia del escenario propició ayer las reflexiones sobre los orígenes del partido y el mensaje fundacional, que estaba basado en dos pilares: el pacifismo y la lucha contra la energía nuclear. La participación en el Gobierno está cambiando la forma de hacer política de los Verdes. Sus dirigentes se mostraban ayer claramente en contra de los ultimatos, ya fuera al Gobierno en el caso de exportación de armas, ya fuera a los empresarios de la energía nuclear con los que el Ejecutivo federal negocia para organizar la desnuclearización civil de Alemania. Esta desnuclearización, uno de los puntos centrales del pacto de gobierno, debe comenzar en esta legislatura, pero, en contra de lo esperado, el Ejecutivo y la industria no pudieron llegar a un acuerdo en enero.

El ministro de Medio Ambiente, Jürgen Trittin, reiteró su intención de comenzar la desnuclearización en esta legislatura, y defendió el plazo de 30 años para el cierre de las 19 centrales nucleares existentes en Alemania. Según Trittin, este plazo comienza a contar desde la entrada en funcionamiento de las instalaciones, con lo que, teniendo en cuenta un periodo de transición de tres años, todas las centrales nucleares alemanas quedarían cerradas para el 2018. La industria quiere un plazo de 35 años de pleno rendimiento, que en realidad se convierten en 42 años naturales.

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Trittin recordó que Los Verdes nacieron como partido con un mensaje ecológico y antinuclear que estaba dirigido no solo contra la CDU, sino también contra el SPD, la formación a la que hoy se encuentra aliado en el Gobierno. Según Trittin, el SPD se ha apoderado con éxito de una parte del mensaje ecológico de los Verdes (el impuesto ecológico). Los Verdes, por su parte, han perdido la posibilidad de perfilarse en contra del SPD. Trittin opinó que los Verdes tienen dificultad para que sus temas sean percibidos como modernos y criticó al SPD por pensar en el carbón como alternativa a la energía nuclear.

Motivo de tensión entre los militantes y el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, fueron las garantías estatales concedidas por el Gobierno alemán para la exportación de tres centrales nucleares a Lituania, Argentina y China, respectivamente. Fischer tuvo que disculparse ante el congreso y admitir que el asunto -un compromiso heredado del anterior ejecutivo, dirigido por el democristiano Helmut Kohl- se le había pasado cuando se discutió esta semana en la comisión interministerial. El ministro admitió que la falta de conocimiento del grupo parlamentario y la dirección del partido verde sobre la decisión a tomar había sido un "grave error". No obstante, el ministro trató de fijar la atención de sus compañeros de partido en las garantías de exportación de centrales nucleares que han podido ser paralizadas y pidió al congreso más solidaridad y más confianza.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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