Una profesora de Derecho Constitucional
A Carme Chacón (Esplugues, 1971) se le puede aplicar el refrán "de casta le viene al galgo", y lo que le viene de casta es la política. Especialmente de su familia materna, que sufrió la cárcel y el exilio. Todavía recuerda cuando su abuelo se presentó en casa para llevárselos a todos a Francia al confirmarse el tejerazo. Con esos mimbres se fue haciendo su cesto de inquietudes políticas. A los 22 años se afilió al PSC con la convicción de que quien, como ella, había tenido la oportunidad de estudiar, estaba en deuda con la sociedad. Ahora lo podrá hacer desde el Congreso: ocupar el número 10 del PSC por Barcelona le garantiza prácticamente su acta de diputada.En poco más de un lustro, Chacón ha ido engrosando su currículo de joven aunque sobradamente preparada. Acabó la carrera y ahora imparte clases de Derecho Constitucional en la Universidad de Girona. Simultanea la docencia con el cargo de primera teniente de alcalde de Esplugues. Ha sido observadora internacional de la Organización para la Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) en Bosnia (1996) y Albania (1998), y estuvo un año en Canadá con una beca para estudiar el federalismo.
Haber volcado sus inquietudes en lo público le ha restado tiempo para dedicarse a ella misma, aunque, asegura, "es una opción vital". Ahora lee las memorias de Jordi Solé Tura y, cuando puede, escucha música intimista y de cantautores. Chacón reconoce ser demasiado racional y muy autocrítica "tanto", dice, "que a veces me complico la vida, también la personal. Debería dejar las emociones libres".
Esta mujer se confiesa encantada con la gestión municipal -"ves cómo puedes transformar en positivo la vida de los ciudadanos", asegura-, disfruta con los duelos dialécticos en las distancias cortas porque "la palabra sigue siendo un medio básico de transformación" y no les hace ascos a los mítines. Con toda probabilidad, será elegida diputada un día antes de su cumpleaños.
