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'Haw, haw, haw'

Desde hace dos semanas el eco de las cumbres nevadas ha ido esparciendo por todos los valles del Pirineo, con sordina, los ladridos de 600 perros nórdicos. No era una exhibición canina ni trashumaba el ganado. Se trataba de una prueba de resistencia, única en Europa si se tiene en cuenta la duración de la carrera, dividida en 14 etapas, y el recorrido, que supera los 400 kilómetros; una carrera de trineos tirados por perros en la que los 60 equipos participantes han puesto a prueba su preparación física y la compenetración con los animales para pasar puertos de más de 2.000 metros de altitud y desvelar las innumerables trampas naturales ocultas en el terreno de la alta montaña. Pirena, en su décima edición, se ha doctorado. El actor Pep Parés, impulsor y organizador de esta prueba, ha logrado convertir un sueño en una realidad. Lo que empezó en 1991 como una cosa de amigos se ha convertido en algo serio, en algo importante. Parés no sólo ha logrado el reconocimiento internacional deportivo de Pirena, sino que sus dotes como actor y su savoir faire como relaciones públicas han ido seduciendo año tras año a las empresas patrocinadoras, que han visto en esta prueba una forma de mercadotecnia de sus productos con la televición como ventana abierta. Pirena termina hoy en La Molina con una exhibición matinal de mushers en el Pla de l'Anyella que despedirá la prueba con el último haw (el grito que ordena parar a los perros) y toda la parafernalia de la organización. La fiesta proseguirá por la tarde con la entrega de los premios en un acto presentado por Andreu Buenafuente y Paco que comenzará a las 17.30 horas.-

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