La muerte del juez Dávila

El palacio de los Tribunales de Santiago vivió ayer un día de gran conmoción por la muerte de Roberto Dávila, de 72 años, presidente de la Corte Suprema de Chile desde el 5 de enero de 1998 hasta el pasado 6 de enero, y uno de los más destacados integrantes de la judicatura de este país. Como presidente del Tribunal Calificador de las Elecciones, Dávila tenía que anunciar el 31 de enero la elección de Ricardo Lagos como presidente de la República. Trabajó durante 20 años en la justicia militar. Estaba considerado un hijo del pinochetismo y ferviente partidario del decreto-ley de amnistía, que aplicó a rajatabla a la hora de cerrar innumerables causas de violaciones de derechos humanos. Pese a estos antecedentes, Roberto Dávila apoyó la reforma judicial más importante del siglo, que puso en marcha el Gobierno de la Concertación de la mano de la exministra de Justicia Soledad Alvear.