_
_
_
_
_

El alcalde reitera su apoyo a sus dos ediles acusados de prevaricación por el fiscal

Antonio Jiménez Barca

La oposición municipal (PSOE e IU) reclamó ayer en el pleno al alcalde que destituyera a los dos concejales acusados por la Fiscalía Anticorrupción de prevaricar (tomar una decisión injusta a sabiendas) y malversar fondos públicos en la venta a una empresa privada, Funespaña, del 49% de las acciones de la funeraria municipal, aprobada en un pleno celebrado en 1993. Pero José María Álvarez del Manzano apoyó a sus dos concejales acusados por el fiscal, Simón Viñals, de Salud, y Antonio Moreno, de Patrimonio, y anticipó que lo seguirá haciendo hasta que el Tribunal Superior no dicte sentencia en contra. Tanto Cristina Narbona, portavoz adjunta del PSOE, como Inés Sabanés, portavoz de IU, exigieron al regidor que asumiera "sus responsabilidades políticas". Narbona fue muy directa: "Con esa querella [presentada por el fiscal anticorrupción y admitida a trámite por el Tribunal Superior] en la mano, ¿suspenderá a los concejales de funciones? ¿Pretende que los madrileños sigan confiando en usted si no separa de la gestión a personas sobre las que recaen gravísimas sospechas?". Sabanés señaló que el debate "ya no es el de la privatización en sí, sino sus consecuencias graves, la querella que ha admitido el tribunal, y de esto alguien tiene que responder políticamente". El alcalde, después de escuchar estos discuros (y el del concejal de Hacienda, del PP), tomó la palabra para defender a sus dos concejales acusados: "Mi responsabilidad ética es asumir la privatización de la funeraria. La querella es sólo una querella, y hasta que no se produzca un fallo judicial, apoyaré a los concejales. Cualquier cosa que yo hiciera podría agravar más su situación". Después, en los pasillos, añadió: "Mi responsabilidad política consiste en dar la cara por lo que pasa en el Ayuntamiento, excepto a algún edil que quebrara mi confianza e hiciera algo ilegal". Narbona le respondió: "El alcalde ha perdido hoy una oportunidad para ser coherente".

El regreso de Morán.

El portavoz socialista, Fernando Morán, que tuvo que ser ingresado en julio por una enfermedad cerebrovascular, regresó ayer a sus tareas políticas. Acudió al pleno, aunque, antes de que éste se iniciara, anunció que en estos primeros días dejará en manos de las portavoces adjuntas (Cristina Narbona y Matilde Fernández) "los debates más fuertes". De hecho, ayer no intervino en la sesión y abandonó el pleno a las 14.30, tres horas y media antes del final de la sesión y mucho antes del debate más esperado.

Tráfico en la Casa de Campo.

La portavoz adjunta del PSOE, Cristina Narbona, exigió al gobierno municipal que olvide definitivamente el proyecto de trasladar la prostitución al cerro de Garabitas, y que la Casa de Campo se cierre al tráfico. El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, recordó que el equipo de gobierno "ya ha olvidado definitivamente lo de Garabitas, que nunca fue un proyecto en firme". Después aseguró que la Casa de Campo no puede cerrarse al tráfico mientras no se haga el desdoblamiento de la carretera de Boadilla. "Que tampoco quieren los vecinos, pero es que... ¡Las carreteras tienen que ir en algún sitio!", concluyó.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_