La OTAN abatió por un error un avión comercial en Italia en 1980

El avión DC-9 de la compañía Itavia, que, tras estallar en el aire, cayó al mar en 1980 cerca de la isla de Ustica, al sur de Italia, y causó 81 muertos, fue la "víctima fortuita" de una acción militar de aviones de la OTAN contra Mig libios, según la investigación judicial que ha finalizado 19 años después.En la instrucción sobre esta tragedia, que ocupa más de 4.000 páginas, el juez Rosario Priore ordena el envío a juicio de cuatro generales de la Aeronáutica italiana y a otros seis militares, bajo las acusaciones de atentado contra los órganos constitucionales y de falso testimonio, por haber entorpecido las investigaciones.

El juez Priore establece que el DC-9, que cubría el trayecto Bolonia-Palermo el 27 de junio de 1980, se vio envuelto en un "escenario de guerra" entre cazas militares aliados y aviones libios, sin especificar las circunstancias concretas que ocasionaron la explosión y posterior caída del aparato comercial.

Permanecen, por tanto, abiertas algunas hipótesis que apuntaban como causas del accidente del DC-9 el impacto de un misil o la ruptura de su estructura por la acción próxima de otro aparato, al tiempo que parece descartada la explosión de una bomba colocada a bordo.

En el centro de la batalla reconstruida por el juez tras las últimas pruebas periciales, aparece un avión militar en misión secreta, que para huir de los radares se "escondió" bajo el aparato civil utilizándolo como escudo. Este avión podría ser un F-111 estadounidense en vuelo hacia Egipto, o bien un Mig libio. En sus conclusiones, el juez Priore recoge las peticiones de los fiscales y solicita el envío a juicio de los generales Lamberto Bartolucci, ex jefe del Estado Mayor de la Aeronáutica militar; Franco Ferri, Corrado Melillo y Zeno Tascio, y de otros seis oficiales y suboficiales.

El senador Daria Bonfietti, presidente de la asociación de familiares de las víctimas de Ustica, pidió hoy responsabilidades "a los países aliados que no han respondido a las peticiones de rogatorias internacionales, y a los militares de la Aeronáutica italiana que durante tanto tiempo han despistado las investigaciones".