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Los talibán consolidan su ofensiva contra el único rival que les queda en Afganistán

Las milicias integristas islámicas de los talibán consolidaron ayer su ofensiva contra las fuerzas del único enemigo importante que les queda en Afganistán, Ahmed Shah Masud, al ocupar la base aérea de Bagram, a medio centenar de kilómetros al norte de Kabul, la capital. Los combates de la ofensiva lanzada por los talibán desde finales de julio han provocado un éxodo masivo de refugiados hacia el valle del Panchir, bastión de Masud, que amenaza con convertirse en una castástrofe humana. La jornada de ayer fue tranquila en el frente debido a la festividad del viernes islámico, y los talibán se hicieron con Bagram sin disparar un solo tiro ya que los hombres de Masud habían evacuado el lugar el día anterior, después de que sus enemigos ocuparan posiciones el miércoles que hacían indefendible la base.Esta semana ha visto intensos combates entre las dos partes, y aunque los talibán, con el apoyo de voluntarios paquistaníes e integristas llegados de otros países árabes, sufrieron fuertes pérdidas, lograron poner a la defensiva a la fuerzas de Masud, que acusa a sus enemigos de practicar una política militar de tierra quemada. Los combates han provocado una huida masiva en busca de refugio en el valle del Panchir, a un centenar de kilómetros al norte de la capital. Allí malviven unas 100.000 personas y no hay recursos para atender a los alrededor de 150.000 recién llegados, entre ellos 20.000 mujeres y niños en extremo peligro de muerte, según la organización Médicos del Mundo, que ayer hizo en París una petición de ayuda internacional. Más de 200.000 afganos han escapado hacia otras partes del país. Los talibán lanzaron su ofensiva en julio "para acabar de una vez con la oposición" que encarna Masud, el llamado Tigre del Panchir, de etnia tayika, tras haber derrotado a los uzbekos del general Abdul Rashid Dostam en el noroeste y a las fuerzas de Karim Jalili en el centro. El régimen de Kabul controla el 90% de Afganistán y dice estar dispuesto a aceptar a Masud en el Gobierno si se rinde, lo que el Tigre del

Panchir no acepta.

Los talibán, cuyo Gobierno sólo reconocen Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Pakistán, dicen tener por mision crear el Estado islámico más puro del mundo. Se jactan ya de haber acabado prácticamente con la delincuencia gracias a la aplicación de la sharía (ley islámica). Ayer, cinco jóvenes talibán acusados de haber robado el equivalente a unas 100.000 pesetas a un vecino de Kabul, perdieron su mano derecha y su pie izquierdo en aplicación de la condena que les fue impuesta. Las amputaciones se realizaron públicamente en el estadio de Kabul ante miles de hombres, mujeres y niños.

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