El Ejército colombiano atribuye a las FARC el atentado en Medellín que dejó 10 muertos y más de 30 heridos

"Abrí los ojos y estaba rodeado de muertos", dijo uno de los soldados que resultó herido en el atentado contra el Gaula -unidad antisecuestro del Ejército colombiano- de Medellín que dejó 10 muertos y más de 30 heridos. A las tres y media de la tarde, hora local del viernes, estalló frente a esa guarnición un coche bomba con l00 kilos de dinamita, a la misma hora en que delegados del Gobierno negociaban sin éxito con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El Ejército asegura que las Milicias Bolivarianas de las FARC se han atribuido la acción. El Gaula, al igual que siete casas vecinas, se desplomó. Entre los muertos figuran un fiscal, su secretaria, dos soldados y dos agentes de la policía secreta. Las primeras hipótesis apuntan a que el conductor del coche bomba fue engañado para llevar una carga al Gaula; cuando trataba de aparcar, los terroristas activaron la carga explosiva a distancia. El viernes negro de Medellín también fue el día de un nuevo fracaso en los intentos por reactivar las negociaciones de paz. Lo nuevo es que la guerrilla radicalizó su posición: pasó de aceptar una comisión internacional que no "meta las narices en todo" a que "la comisión no es necesaria". El Gobierno, sin embargo, se mostró más flexible y pasó de un "sin comisión de verificación no se avanzará" a "existe la posibilidad de instalar las mesas y fijar un término para la instalación de la comisión". La guerra sigue viva y prueba de ello es que ayer otro comando de las FARC entró en Nariño, 140 kilómetros al sureste de Medellín, asaltó el cuartel de policía y destruyó decenas de casas. También ayer, el Ejército interceptó un camión que trasladaba un arsenal de las FARC, supuestamente, hacia la zona desmilitarizada. Además una explosión sacudió a las 21.00, hora española, el centro de la ciudad de Manizales, sin que al cierre de esta edición se conociera el número de víctimas, informa EP.