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El Gobierno investiga si los fabricantes han pactado subir los precios del ladrillo

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, del PP, ha abierto una investigación para determinar la posible existencia en el sector del ladrillo de un "oligopolio fáctico" (acuerdo entre los principales productores para imponer sus precios al mercado), que podría ser el causante del aumento del 100% en el precio de este material en los últimos meses (la pieza normal ha pasado de 8 a 16 pesetas). Hispalit, asociación que agrupa a los principales productores de ladrillos de España, reconoce la acelerada subida de los precios, pero la atribuye al "espectacular incremento de la demanda" registrado en los últimos dos años.El precio del ladrillo supone aproximadamente el 3% del coste total de construcción de una casa (el precio final debe tener en cuenta, además, suelo, financiación y plusvalía). Así, para una casa de 100 metros cuadrados cuyo coste medio de edificación fuese hace tres meses de siete millones de pesetas, unas 210.000 pesetas corresponderían a los ladrillos. La subida del precio de este material en un 100% situaría el valor actual de los ladrillos en 420.000 pesetas, con su consiguiente repercusión en el coste final del piso.

Las constructoras se quejaron a la Comunidad por el aumento del precio de los ladrillos

El Gobierno regional se ha decidido a intervenir tras las quejas formuladas por diversas empresas constructoras, que en un principio sólo denunciaron una escasez de material para sus obras que resultaba anormal. Así lo reveló ayer el consejero de Economía, Luis Blázquez, quien advirtió de que, en caso de demostrarse que la subida de precios responde a una práctica ilegal, el asunto debería pasar al Tribunal de Defensa de la Competencia. "Un tirón de precios como éste en tan poco tiempo hace pensar en posibles pactos entre fabricantes", afirmó ayer el consejero de Economía, quien sin embargo reconoció no tener aún los datos suficientes para presentar una denuncia. "Las quejas que nos han llegado hablan de un aumento de 8 a 15 pesetas, pero no sabemos desde cuándo se ha producido ni a qué responde", añadió. La investigación en curso podría dar sus primeros resultados la semana que viene.

Ricardo Fombella, secretario general de Hispalit, asegura que el aumento del precio del ladrillo "no tiene nada que ver con presuntas prácticas ilegales", sino con el "natural funcionamiento de la ley de la oferta y la demanda". "El año pasado", explica Fombella, "se registró un incremento del 26% en el nivel de edificación con respecto a 1997, y esa cifra se eleva hasta el 30% en los primeros meses de 1999". El representante de los fabricantes de ladrillos calcula que a finales de este año habrá en España unas 500.000 nuevas viviendas.

Pequeñas empresas

Fombella sostiene también que los fabricantes forman un sector atomizado, compuesto por pequeñas y medianas empresas familiares, que operan en su mayoría desde la provincia de Toledo, cuya cuota de mercado en España alcanza el 25% del total. Un importante distribuidor de ladrillos reconoció a ayer este periódico: "La subida de precios ha sido escandalosa. Los fabricantes se están aprovechando de la situación. Llevan cuatro meses sin dar abasto, la demanda es altísima y los precios siguen subiendo sin parar".

Las quejas de las empresas constructoras se refieren, en efecto, según el consejero de Economía, a un aumento del precio del ladrillo "en los últimos dos o tres meses".

También el vicepresidente del Gobierno regional y consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, reconoció haber comprobado "hace meses" cómo el aumento del precio de materiales de construcción afectaba a la subida de los precios de la vivienda en la Comunidad de Madrid.

La consejería de Obras Públicas construye todos los años cientos de viviendas y también sufre en sus presupuestos la subida del coste de los materiales de obra. El secretario general de Hispasit, Ricardo Fombella, asegura, sin embargo, que el aumento de los precios corresponde al "incremento lógico" que debería haberse producido, paralelamente a la subida del IPC, en los últimos 15 años, y que el hecho de que sólo se haya notado de forma significativa desde 1997 no debería derivar en sospechas de presuntas prácticas ilegales por parte del sector al que representa.

Mal cocidos

Las críticas no se han circunscrito en cualquier caso al ámbito de los precios. Uno de los arquitectos consultados ayer por este periódico señaló que el problema no sólo radica en el espectacular precio del ladrillo sino también en "el preocupante bajón de la calidad de los mismos". "Hay partidas de ladrillos que llegan a la obra mal cocidos y agrietados", aseguró este arquitecto, que denuncia además que "un metro cuadrado de ladrillo visto para fachada [más caro que la pieza normal] costaba en marzo 4.500 pesetas, y ahora cuesta 9.000". "Si siguen así, los fabricantes se van a forjar su propia tumba, porque la mayoría de los constructores está ya planteándose eliminar los ladrillos y sustituirlos por prefabricados, como paneles de hormigón o chapa, y estructuras de pladur y yeso", concluyó.

El consejero de Economía, Luis Blázquez, sugería también ayer a las constructoras que vayan buscándose nuevas vías de adquisición de sus materiales. Blázquez recomendó a las empresas que compren los ladrillos "donde salgan más baratos", incluso en el extranjero, y declaró que "ya se han detectado partidas procedentes de Marruecos".

En la región se construyen cada año unas 25.000 viviendas y más de 1.000 edificios comerciales o de oficinas.

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