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Clinton y Barak quieren reducir el papel de EE UU en el proceso de paz.

Ehud Barak, nuevo primer ministro de Israel, dijo ayer que llegaba a Washington respaldado por los deseos de "cambio y renovación" del pueblo israelí que se tradujeron en su victoria electoral, en mayo, y expresó públicamente su compromiso de "inyectar un nuevo impulso al proceso de paz". Para esto, añadió Barak, necesitan "el liderazgo y el respaldo de EE UU". Pero, en opinión del primer ministro, los norteamericanos deberían reducir su implicación en el proceso de paz y actuar "más como un facilitados que como una especie de policía, juez y árbitro". El presidente estadounidense, Bill Clinton, se mostró de acuerdo con Barak.

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"Siempre he pensado que el proceso de paz ha funcionado mejor cuando hemos facilitado los con tactos entre las partes, cuando les hemos ayudado a que la mutua comprensión fuera mejor. En los últimos 20 años, EE UU ha hecho todo lo que ha podido en favor de la paz en la zona. Mi opinión es que debemos seguir así, sin asumir el protagonismo, sino respaldando a los protagonistas", aseguró Clinton.

Ahora, el Gobierno norteamericano confía en que el nuevo Gobierno israelí relance el proceso de paz en Oriénte Próximo y el presidente Clinton, que no podía ocultar su satisfacción al haber cambiado al áspero y antipático ex primer ministro Benjamin Netanyahu por Ehud Barak, le reiteró el compromiso de fiel aliado: "Mientras Israel avanza de nuevo valientemente por el camino de la paz, EE UU avanzará a su lado, preparado para ayudar en lo que pueda".

Barak recordó que su reunión con Clinton ha estado precedida de entrevistas con varios líderes de Oriente Próximo —entre ellos el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, quien pidió ayer en Finlandia al presidente Martti Ahtisaari que mediara en Oriente Próximo tras el éxito de su mediación en Kosovo— el pasado domingo. El primer ministro dijo que ha asegurado a todos ellos que Israel trabajará, a fondo "para superar los desafíos y complicaciones" que presenta el proceso de paz. Por lo que se refiere al presidente sirio, Hafez el Assad, Barak señaló su disposición a entrevista con él y negociar: "Hacen falta dos para bailar un tango. Yo estoy preparado".

Barak reiteró el compromiso de su Gobierno de cumplir lo pactado, incluido el compromiso de que Israel garantice su seguridad a cambio de que los palestinos controlen una mayor extensión de territorio, y aseguré que el espinoso asunto de los asentamientos deberá ser resuelto después de las negociaciones, aun que no habrá nuevos motivos de enfrentamiento: "No voy a permitir que se construyan nuevos asentamientos, pero tampoco voy a desmantelar ninguno de los ya hechos", reiteró. En cuanto a Jerusalén, Barak dijo que le gustaría que todos los países la consideraran capital de Israel. Sobre ése y otros problemas pendientes, como el Estado palestino, Clinton dijo que a EE UU no le toca dar soluciones.

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Antes de que se produjera el encuentro, el propio presidente Clinton había expresado muy gráficamente su disposición y estado de ánimo sobre Barak: "Estoy como un niño con zapatos nuevos", señaló el miércoles, una expresión que tuvo que explicar ayer, porque algunos medios de comunicación israelíes la habían encontrado algo ofensiva para el primer ministro israelí.

Tanto las declaraciones de los dos mandatarios como el ambiente que les rodeaba marcan una clara diferencia con las visitas a Washington de Benjamín Netanyahu. Además de su difícil comunicación personal con Clinton, la Casa Blanca atribuye a Netanyahu buena parte de la responsabilidad en el atasco del proceso de La relación entre los líderes y las delegaciones va a ser amplia e intensa: encuentros en la Casa Blanca ayer y el próximo lunes, invitación a Barak a dormir anoche en la residencia presidencial de Camp David, reuniones con el vicepresidente, Al Gore, la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y el secretario de Defensa, William Cohen, visita al Congreso y, durante el fin de semana, gira a Nueva York para entrevistarse con los dirigentes de lasco múnidades judías en Estados Unidos.

paz.

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