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Schröder se concentra en la política interior al acabar la presidencia alemana de la UE

Pilar Bonet

Importantes decisiones en política interior y económica alemana esperan al canciller Gerhard Schröder y a su Gobierno en los próximos días, tras el maratón de política internacional que han representado los últimos meses, marcados por la guerra en Kosovo. Un paquete de ahorro presupuestario sin precedentes, un plan de reforma de las pensiones de jubilación con ayuda de fondos de pensiones privados, y una reforma fiscal que dejará en un 35% el impuesto empresarial esperan la decisión del gabinete rojiverde. Los dirigentes de los dos partidos gubernamentales, el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, se reunieron ayer por separado para buscar acuerdo interno sobre los temas pendientes y culminaron, por la noche, con una sesión conjunta bajo la dirección del canciller.

El Gobierno se ha dado de plazo hasta el 30 de junio, día en que concluye oficialmente la presidencia alemana de la Unión Europea (UE), para abordar estos problemas pendientes que se arrastran desde la época del anterior canciller, Helmut Kohl. El ministro de Hacienda, Hans Eichel, es optimista y espera que los partidos de la coalición lleguen a un acuerdo sobre todos los puntos abiertos esta misma semana. Eso sí, el ministro reconoció ayer que dentro del SPD (el socio principal de la coalición) no existe todavía un acuerdo sobre el plan de ahorro presupuestario. Éste debe recortar 30.000 millones de marcos (2,4 billones de pesetas), a base de podar los presupuestos de toda la Administración, aunque algunos ministerios, como el de Defensa, se resistan. El flemático Eichel quiere lograr los recortes sin incrementar los impuestos, aunque los rumores que circulan por Bonn estos días apunten en otro sentido.

El ministro de Trabajo, Walter Riester, se ha convertido en el centro de un polémico debate tras filtrarse los detalles del plan que prepara este antiguo sindicalista para realizar una reforma estructural de las pensiones de jubilación. Los puntos básicos de esta reforma son el incremento inferior al alza del coste de la vida durante el año 2000 y 2001, y un descenso del nivel de las pensiones en relación a los sueldos en activo. También son parte del paquete un descenso de las contribuciones de jubilación (gracias a la introducción del impuesto ecológico), y el lanzamiento de fondos de pensiones privados obligatorios a partir del 2003.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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