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Los científicos quieren 'resucitar' el tigre de Tasmania por clonación

El último ejemplar de la especie se extinguió hace 60 años

El tigre de Tasmania, un lobo marsupial extinguido hace 60 años, podría volver a la vida en los próximos años. Un grupo de científicos australianos intentará clonar las células de los embriones que se conservan en perfecto estado en diversos museos australianos, con una técnica similar -la clonación a partir de ADN- a la utilizada por los científicos de Parque Jurásico para la resurrección de dinosaurios.

Las intenciones del director del proyecto, Mike Archer, se vieron reforzadas el jueves al comprobarse que otros seis embriones -además del que ya poseía él mismo en el Museo australiano de Sydney-, se encuentran también perfectamente conservados. Esto aumenta notablemente la cantidad de información genética necesaria para desarrollar el proyecto."Hay una población de tigres de Tasmania que está esperando a que le demos un empujón. Ha sido una gran noticia saber que el nuestro [el del Museo Australiano] no es el único embrión del tigre que se encuentra bien mantenido", aseguró Archer, quien se refirió también a la opinión de sus colegas: "Muchos genetistas se están dando cuenta ahora de que esto no es una broma, una tontería. Es algo que puede realizarse". Archer aseguró también que está dispuesto a entregar su feto a cualquiera que le proponga un plan de clonación serio. "Ya no es cuestión de preguntarse por el si, ahora debemos preguntarnos por el cuándo", dijo.

El catedrático de genética de la Universidad de La Trobe, Mike Westerman, dijo ayer que el tigre de Tasmania podría ser clonado en un futuro "no tan lejano" si se dispusiera de los fondos necesarios. Los dos científicos, que han puesto toda su ilusión en las posibilidades que ofrece actualmente la ciencia reconocen, sin embargo, que si no encuentran "viabilidad comercial" a su propuesta no habrá ninguna compañía u organismo oficial que se decida a financiar el proyecto de clonación.

El embrión que se encuentra en el Museo Australiano fue introducido en un frasco con alcohol en 1866. "Si el frasco hubiera tenido formol, su ADN, el elemento clave en la técnica de clonación, se hubiera perdido", señaló Westerman.

Según Archer, revivir al tigre de Tasmania es para Australia "casi un deber moral", después de que los colonizadores británicos lo mataran sin piedad para evitar que siguiera atacando sus rebaños de ovejas. El último tigre de Tasmania conocido -un animal parecido a un perro salvaje- fue capturado en 1933 y murió tres años más tarde en el zoológico de la ciudad de Hobart, capital de Tasmania, una isla ubicada a 250 kilómetros al sur de Australia.

Desde entonces, ha habido numerosos avistajes de supuestos tigres, tanto en Tasmania como en el continente australiano, pero ninguno de ellos fue homologado por las autoridades científicas. Ya a mediados del siglo XIX, John Gould, un naturalista australiano, predijo que el tigre de Tasmania acabaría por extinguirse. Medio en broma, medio en serio, Archer y Westerman se preguntan cómo convencer a las familias australianas de que en lugar de comprar un perro o un gato, adquieran uno de "sus tigres de Tasmania".

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