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ELECCIONES EN ALEMANIA

Yeltsin mantiene silencio tras la derrota de su mejor amigo en Bonn

Rusia confía en que el triunfo de Gerhard Schröder "consolide las relaciones de buena vecindad, cooperación y confianza mutua" con Alemania. Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraba ayer que la amistad entre ambos países contribuirá a "la paz internacional y la seguridad y la estabilidad de Europa". Sin embargo, más que esta protocolaria declaración, resultó ayer significativo el silencio del presidente Borís Yeltsin. Entrada ya la noche en Moscú, no se tenía aún noticia de que el líder del Kremlin hubiese felicitado a quien, durante la campaña electoral, no dudó en tacharle de factor de inestabilidad para Rusia.

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El domingo fue un mal día para Yeltsin. Y no sólo porque su nuevo primer ministro, Yevgueni Primakov, llevase ya dos semanas largas sin completar su Gobierno, sino porque los votantes alemanes le privaron de su principal interlocutor en Europa, el segundo amigo que pierde en unos meses tras la dimisión del primer ministro japonés Riutaro Hashimoto.La troika, más personal que institucional, que Yeltsin tejió con Kohl y el presidente francés, Jacques Chirac, para actuar de freno a la hegemonía norteamericana, se ha resquebrajado. No será fácil tampoco recrear la química forjada con el "amigo Helmut", y menos con alguien como el líder socialdemócrata germano, quien llegó a decir que la posición de Kohl antes de las elecciones era tan "precaria" como la de Yeltsin.

Schröder fue ayer aún más lejos, y señaló que las relaciones entre el país más rico y la principal potencia nuclear de Europa "han sufrido al basarse demasiado estrechamente en la amistad entre Helmut Kohl y Borís Yeltsin". "No quiero criticar este hecho", añadió, "pero creo que necesitan una base más amplia". El flamante canciller afirmó que, en cualquier caso, el Gobierno alemán "apoyará a Rusia en sus esfuerzos de reforma".

Alemania es el primer socio comercial de Rusia, además de su principal prestamista. Igor Bunin, presidente del Centro de Tecnología, recordaba ayer que, "durante los últimos siete años, Occidente ha estado haciendo concesiones a Rusia, en buena medida gracias a Kohl". Y eso le llevaba a pensar que la elección de Schröder conducirá a un enfriamiento de relaciones que, en última instancia, puede traducirse en menos ayuda econonómica.

Donde la satisfacción era ayer más visible era entre los comunistas, cuyo líder, Guennadi Ziugánov, aplaudió el "giro a la izquierda", y señaló que los alemanes "están hartos" de cómo sus billonarias ayudas a Moscú han caído durante los últimos años "en manos de estafadores y gente que las ha malgastado".

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