El violinista ruso Maxim Vengerov cierra la Quincena Musical de San Sebastián
El violinista ruso Maxim Vengerov aseguró ayer que el violín es el instrumento "más difícil de aprender" por la postura que hay que adoptar, aunque puntualizó que forma parte ya de su cuerpo. Considerado uno de los mejores intérpretes de este instrumento, Vengerov (Novosibirks, 1974) clausura hoy en el teatro Victoria Eugenia la Quincena Musical de San Sebastián con una actuación en la que espera "mejorar" los recitales que dio en este mismo certamen en 1995 y que cosecharon uno de los mayores éxitos que se recuerdan en las 59 ediciones del festival. Vengerov, que interpretará un repertorio con obras de Mozart, Brahms y Tchaikovsky, acompañado al piano por el también músico ruso Igor Uryash, comentó ayer durante la presentación del recital que un buen dominio del violín requiere que el intérprete "se sienta cómodo con el instrumento y piense que forma parte de su cuerpo, porque es muy especial y debe ser cogido con mucha armonía, como si fuera un bebé". El músico ruso recalcó, a pesar de ser un virtuoso: "Siempre queda algo que aprender durante toda la vida y ésa es mi filosofía, pasar toda mi vida aprendiendo", ya que "la perfección no tiene límites". Pese a su juventud, este violinista, que vive afincado en Tel Aviv desde 1990 y al que el Gobierno ruso le obsequió recientemente con un stradivarius, está considerado como uno de los primeros intérpretes del violín. Ha tocado con orquestas tan prestigiosas como la Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Israel y la Royal Concertgebouw de Amsterdan, entre otras. Asimismo, ha trabajado con directores como Zubin Mehta, Mstislav Rostropovich, Daniel Barenboim y Carlo María Giulini, y ha grabado numerosos discos, tres de los cuales han sido galardonados con grandes premios europeos. La revista Gramophone le concedió en 1994 el premio al Joven Artista del Año. Hoy será aún mejor Maxim Vengerov ya participó en la edición de la Quincena Musical de 1995, junto a la Orquesta Filarmónica Checa, con la que, según la organización, consiguió "uno de los mayores éxitos conocidos en este festival". Precisamente, el músico ruso aseguró hoy que este concierto fue "uno de los mejores" de su vida, y pronosticó que el de hoy "será aún mejor", pues en los últimos años se ha enriquecido en su trabajo como músico. Maxim Vengerov aseguró que sigue sintiendo cierto miedo escénico, si bien precisó: "Cuando empiezo a tocar se me van todos los temores. Siento una gran responsabilidad hacia la música que interpreto y por las personas de mi entorno, que conocen cómo toco". Le acompañará en el recital el pianista Igor Uryash (San Petesburgo, 1965), quien en 1991 ganó el primer premio en el prestigioso concurso Viotti de Vercelli y desde entonces ha emprendido la carrera como solista. Este pianista que ha formado parte del conjunto de cámara de Rostropovich y que en la actualidad acompaña a Vengerov en sus recitales, ha grabado numerosos discos compactos con obras de Grieg, Rachmaninov, Beethoven y Gubaidulina
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