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Los católicos de Ballymoney habían sido amenazados

Los asesinos ultraprotestantes de Ballymoney habían amenazado a las pocas familias católicas que viven en el barrio de Carnany Park, incluida la madre de los tres niños que murieron abrasados mientras dormían la madrugada del domingo. Testimonios de vecinos que pidieron no ser identificados por miedo a represalias de cualquiera de los numerosos grupos paramilitares probritánicos, confirmaron ayer haber recibido amenazas de muerte. Las amenzas llegaron en sobres sin ninguna marca especial y eran escuetas pero, por encima de todo, muy elocuentes: una orden ("Marchaos ahora mismo") y, para mayor énfasis, una bala.La policía continuaba ayer interrogando a los vecinos de la modesta urbanización predominantemente protestante, mientras se hacían preparativos para el entierro triple de hoy por la mañana en el cementerio de St. Mary"s, en Rasharkin. La ceremonia promete congregar a autoridades y líderes de todos los partidos políticos de Irlanda del Norte. Chrissie Quinn, la joven madre de Richard, Mark y Jason, de 10, 9 y 8 años, respectivamente, declaró entre sollozos que desde que se trasladó a Carnany Road hace algunos años vivió bajo constante temor de elementos protestantes.

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El repudio por el asesinato de tres niños reduce drásticamente el apoyo al movimiento orangista

Sus declaraciones, en una entrevista con el diario The Sun, confirman algo que la policía mantiene con firmeza desde ayer: no cabe la menor duda de que el asesinato triple fue un crimen sectario. El único móvil fue el odio de los extremistas protestantes hacia los católicos.

Logias fanáticas

En un esfuerzo propagandístico sin posibilidad alguna de dar frutos, miembros de las logias más fanáticas del orangismo siguen cuestionando tan obvia conclusión. David Jones, uno de los cabecillas del caótico movimiento orangista en Drumcree, consiguió ayer irritar aún más a católicos y protestantes del Ulster cuando afirmó: "Según nuestras propias investigaciones, es posible que en las horrendas muertes de los tres niños hayan intervenido otros factores".Fuerzas policiales iniciaron un minucioso rastreo a lo largo del recorrido del funeral en previsión de posibles atentados. En toda la provincia se teme que organizaciones rivales intenten precipitar la situación, en vista del relativo apoyo a iniciativas para desactivar la crisis de los desfiles a la luz del sentimiento de congoja que une al Ulster. Especial precaución merecen las carreteras tras el descubrimiento ayer de, por lo menos, dos bombas en el trayecto de los desfiles orangistas en diversos puntos de la provincia. Hubo más de tres falsas alarmas.

Una llamada telefónica a la policía consiguió frustrar los planes de un grupo no identificado de extremistas que colocó una bomba de 225 kilos de explosivos en un coche aparcado ante los tribunales de Newry, en la frontera con Irlanda.

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