_
_
_
_

Los forenses desaconsejan que Ortega Lara asista al juicio de sus secuestradores

El juicio contra los etarras Jesús María Uribetxebarria, Xabier Ugarte, José Luis Erostegi y José Miguel Gaztelu, miembros del comando Goiherri y presuntos autores del secuestro del ex funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, se inicia hoy en la Audiencia Nacional con la previsible ausencia de la víctima. Un dictamen forense encargado por el tribunal avala el informe médico presentado por Ortega la semana pasada para ser eximido del deber de declarar como testigo. Los especialistas destacan que se encuentra bien física y psicológicamente, pero desaconsejan su presencia en la sala porque corre el riesgo de sufrir una descompensación que eche por tierra su recuperación.

El informe del médico que le trata indica que, como consecuencia de su secuestro, José Antonio Ortega Lara padece un cuadro psicótico con síndrome personal, familiar y social y episodios depresivos transitorios. A la vista del mismo, el tribunal encargó un dictamen forense, que concluye que, a pesar de estar bien tanto física como psicológicamente, su comparecencia en el juicio podría hacerle recaer. Todo ello anticipa que Ortega no asistirá a la vista y, por tanto, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional deberá decidir si la inicia esta misma mañana o la aplaza.El fiscal, Ignacio Gordillo, pretendía que Ortega Lara tratase de reconocer las voces de sus secuestradores, puesto que no llegó a verles nunca el rostro. También debía declarar como testigo, aunque esta diligencia no es tan importante debido a que ya lo hizo durante la instrucción del sumario y su testimonio de entonces puede ser leído en público a lo largo del juicio. Pero precisamente el rememorar su cautiverio y enfrentarse, cara a cara, a sus captores son los hechos que, según los psicólogos, pueden poner en peligro su estabilidad emocional.

La fiscalía solicita 32 años de prisión para cada uno de los cuatro acusados -Jesús María Uribetxebarria, Xabier Ugarte, José Luis Erostegi y José Miguel Gaztelu-, a los que imputa los delitos de detención ilegal (secuestro) y asesinato en grado de conspiración. Además, les reclama una indemnización de 65 millones de pesetas para Ortega por los daños físicos y psicológicos que padeció. Sin embargo, éste ya acudió a la Audiencia y, ante el juez Javier Gómez de Liaño, renunció a cualquier tipo de indemnización que pudiera corresponderle. Esta postura fue atribuida a la voluntad del secuestrado de olvidar los sufrimientos padecidos.

Ortega, un funcionario de prisiones afiliado al PP que trabajaba en Logroño y residía, como sigue haciéndolo, en Burgos, fue cogido por el comando Goiherri de ETA en el garaje de su casa el 17 de enero de 1996. Durante 532 días -el secuestro más largo-, hasta su liberación por la Guardia Civil el 1 de julio de 1997, permaneció en un zulo subterráneo de cinco metros cuadrados excavado en una nave industrial de Mondragón (Guipúzcoa).

En el momento de ser rescatado pesaba 52 kilos cuando su peso habitual es de 75. Su rostro aparecía demacrado, su debilidad era extrema y padecía anemia e hipotensión, además de inestabilidad y mareos frecuentes. Las secuelas psicológicas son gravísimas, según los médicos, y de evolución imprevisible.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_